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Mazzola convers con Tlam sobre el Fondo de Infraestructura del Cuidado, que busca igualar oportunidades.

La directora nacional de Transparencia del Ministerio de Obras Públicas, Roxana Mazzola, afirmó que el objetivo de la gestión es que la infraestructura sea «el puntal de un desarrollo económico con equidad y federal», y subrayó que el macrismo «generó amplias brechas» en esta materia que se deben achicar.

«Durante el macrismo, la inversión pública sufrió una caída de 61% en términos reales, lo que significó una contracción de 1,6% en términos del Producto Bruto Interno (PBI). Esta situación, sumada a los retos persistentes y a la pandemia, generó amplias brechas en materia de infraestructura», advirtió la funcionaria en un reportaje con Télam.

Mazzola, que es politóloga y doctoranda en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA), y magister en Administración y Políticas Públicas de la Universidad de San Andrés, dijo que es preciso «transformar a la obra pública en el puntal de un desarrollo económico con equidad de acceso en un país federal».

«La creación de un Fondo de Infraestructura del Cuidado a escala local, con eje en la infancia, la salud y el género es una de las principales medidas tomadas por el Ministerio»

Los siguientes son los tramos principales de la entrevista con Télam:

Télam: ¿Por qué una infraestructura del cuidado?

Roxana Mazzola: Consideramos que es vital garantizar los derechos. Por ello, la creación de un Fondo de Infraestructura del Cuidado a escala local, con eje en la infancia, la salud y el género es una de las principales medidas tomadas por el Ministerio de Obras Públicas como parte de sus tres ejes transversales de gestión: reducir brechas de infraestructura; infraestructura del cuidado; y conocimiento y control ciudadano, diálogo, articulación y fortalecimiento institucional.

T:- ¿Qué es el Fondo de Infraestructura del Cuidado?

RM:- El objetivo de este fondo es ampliar los servicios de cuidado, igualar oportunidades, así como generar puestos de trabajo en las localidades en torno a tres ejes de acción e iniciales: la salud, la atención a las mujeres y el desarrollo infantil. Este camino se inició con la construcción de hospitales modulares para abordar la emergencia provocada por la pandemia de Covid-19. A ello se suma la construcción de Centros de Abordaje Integral para las Mujeres y de 300 Centros de Desarrollo Infantil a la primera infancia. Todas estas son acciones emprendidas entre el Ministerio de Obras Públicas y los de Salud, Desarrollo Social y Mujeres. El reciente anuncio del Ministerio de Obras Públicas de destinar para 2021 una inversión del 8,5% del presupuesto ministerial para el Fondo de Infraestructura del Cuidado expresa una decisión de priorizar a las infancias y géneros en la obra pública. 

T.: ¿Por qué hay que priorizar la infraestructura hacia estos sectores?

R.M.: Las infancias, adolescencias, juventudes y géneros se encuentran entre las más afectadas por la pobreza y la desigualdad, y tienen un menor acceso a los servicios de salud, educación, agua y saneamiento, todas dimensiones troncales para el bienestar. Por tanto, es clave visibilizar a las infancias y géneros en la planificación y provisión de la infraestructura así como priorizar inversiones presupuestarias a su favor. Las brechas de inversión son muy grandes. Durante la gestión presidencial de Mauricio Macri la inversión pública nacional sufrió una caída de 61% en términos reales, lo que significó una contracción de 1,6% en términos del PBI. Esta situación, sumada a los retos persistentes y a la pandemia, generó amplias brechas en materia de infraestructura. 

«Trabajamos en sentar una marca distributiva que tienda a visibilizar y garantizar los derechos de las infancias, las adolescencias, las juventudes y los géneros»

T.: ¿Cómo se achica esa brecha en infraestructura?

R.M.: A partir de ese complejo escenario es que la primera decisión fue ampliar el campo de acción del Ministerio de Obras Públicas y redefinir sus prioridades de agenda para transformar a la obra pública en el puntal de un desarrollo económico con equidad de acceso en un país federal. Ahora bien, impulsar este trayecto implica un reto central, no solamente por el desafío de hacer más obra pública sino por la necesidad de hacerlo mejor, con nuevos criterios de equidad y en articulación con otros actores. 

T.: ¿De qué manera se establecen esos criterios?

R.M.: El Ministerio de Obras Públicas trabaja en sentar una marca distributiva que tienda a visibilizar y garantizar los derechos de las infancias, las adolescencias, las juventudes y los géneros. El Programa de Monitoreo y Evaluación, bajo la gestión de la Dirección Nacional de Transparencia, apoya técnicamente a las áreas del organismo en la localización de la inversión pública en los lugares de mayor vulnerabilidad y en la elaboración de Índices Multidimensionales con criterios que orienten la inversión pública a las regiones con mayor vulnerabilidad. En ese sentido, hemos creado un Índice de Inequidades en la Primera Infancia (IPI) para definir donde localizar los 300 Centros de Desarrollo Infantil que desarrollaremos junto al Ministerio de Desarrollo Social. 

T.: ¿A qué diagnóstico se arribó?

R.M.: La desigualdad y la pobreza tienen género y edad. Medio millón de niñas y niños hasta cuatro años de edad se encuentran en una situación de pobreza severa, lo que representa el 15% de población infantil total en ese rango etario a nivel nacional urbano, según datos procesados sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares. El programa de monitoreo y evaluación de políticas de la Dirección Nacional de Transparencia trabaja en visibilizar estos aspectos y ayudar a orientar mejor la inversión en obra pública


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