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La Mesa de Enlace aseguró que "el campo quiere seguir apostando al Mercosur"

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En un comunicado titulado «el campo quiere seguir apostando al Mercosur», Federación Agraria, Coninagro, CRA y Sociedad Rural lamentaron la ruptura del «espíritu societario de los países y la Unión Aduanera, por la que Argentina tanto abogó desde la creación del bloque».

«Esta decisión unilateral del gobierno nacional parece indicar una tendencia hacia una menor apertura de nuestra economía, con un alto impacto potencial en materia de inversiones, desarrollo de negocios y comercio exterior, perdiendo proyección e inserción en el comercio internacional, tan necesario hoy para la generación de divisas que nuestra economía necesita», aseguraron.

Con esta decisión, consideraron, «Argentina perderá los beneficios de futuras negociaciones en terceros países, tanto de acceso a mercado, como en flujo de inversiones, así como la condición de reserva de mercado a nivel regional, pasando a competir abiertamente con los nuevos socios del Mercosur».

«Nuestro país produce alimentos en cantidades ampliamente superiores a las que demanda el consumo interno, por lo que la exportación y la apertura de nuevos mercados para su comercialización representan una oportunidad insustituible de generar empleo, actividad económica y divisas para beneficio de todos los argentinos», agregaron.

En virtud de ello, anunciaron su decisión de solicitar una reunión urgente con el canciller Felipe Solá para expresarle su preocupación y conocer acerca de las implicancias de la medida adoptada por el país.

En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto informó que «la incertidumbre internacional y la propia situación de nuestra economía aconsejan detener la marcha» en las negociaciones de acuerdos de libre comercio entre el Mercosur y Corea del Sur, Singapur, Líbano, Canadá y la India, entre otros.


Víctimas de red de robo de bebés se conocen virtualmente y reconstruyen su historia

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Víctimas de una red de robo de bebés orquestada por la partera Juana Elena Arias de Franicevich que funcionó en la ciudad de Wilde al menos entre 1969 y 1979, se encontraron fortuitamente en redes sociales en medio de la pandemia de coronavirus y decidieron impulsar una campaña para dar con sus familias biológicas, que no saben que nacieron con vida.

«El ‘modus operandi’ era el siguiente: llevaban jóvenes embarazadas a un supuesto control en el barrio y ahí les decían que no se escuchaban los latidos del bebé, que estaban en riesgo los dos, las dormían para hacerles una cesárea, y les decían que el bebé había nacido muerto», contó a Télam Clara, de 44 años, desde su casa en San Isidro.

«No sabemos cuándo empezó, pero el primer caso que tenemos registrado es en 1969», relató Clara, sobre el esquema diseñado por Franicevich, quien murió en 1995.

El 19 de marzo de 2017 Leonor lo contaba en un posteo de Facebook: «En 1969 nos robaron a nuestro hijo, teníamos 17 años y sucedió en el sanatorio Wilde, calle Mariano Moreno 6180, obstetra Juana Elena Arias de Franicevich. Ahí me llevó mi madre engañada diciendo que me iban a hacer un estudio y no fue así, me dejaron internada, me dieron una inyección en el vientre y perdí la noción del tiempo. Mi abuela y mi madre fueron cómplices; mi abuela me lo confesó antes de morir».

Clara, quien lleva la causa judicial para encontrar a su hermana nacida en el centro clandestino del Pozo de Banfield durante la dictadura, iba tras la pista del ex médico policial Jorge Bergés, luego condenado por apropiación de bebés: «En algún momento aparece que había estado relacionado con esta partera que tenía más de 30 partidas firmadas por año entre el ´76 y el´ 78».

«Un día, en 2019, a través de una sobreviviente que conocí en el juicio que se hizo por el Centro Clandestino de Detención Puente 12, surge que una conocida de ella, llamada María Julia, tenía una partida firmada por Franicevich y, entonces, la puso en contacto conmigo», continuó Clara.

La puntada de la trama invisible que se venía tejiendo ocurrió el 10 de abril pasado, en medio de la cuarentena, cuando Mariano escribió en el grupo de Facebook «Dónde estás» (para buscar seres queridos perdidos, del que participan más de 530 mil personas).

«Si diste a luz en febrero de 1975, en Wilde, en la clínica privada de la calle mariano moreno 6180, con la partera Juana Franicevich, tuviste un bebé sietemesino y te dijeron que nació muerto, acá estoy y te estoy buscando me llamo Mariano y fui victima de tráfico de niño», posteó.

La publicación, que se replicó 1.800 veces, llegó a María Julia y, de María Julia, a Clara: «En ese momento, se me ocurre poner ´Franicevich´ en el buscador del grupo y aparecieron tres publicaciones de distintos años y, cuando me contacté con Mariano, surgió la idea de hacer un grupo de Whatsapp. Al principio éramos cuatro; ahora somos catorce».

Lorena tiene 41 años, es adoptada y, cuando a los 11 preguntó por su familia biológica, su madre le contó lo mismo que le habían dicho a ella: que en una clínica de Wilde una chica de 17 años la había querido abortar, que el aborto salió mal y, cuando finalmente parió, había salido corriendo y la había dejado abandonada en la clínica.

«Yo crecí con ese discurso hasta que socialicé, descubrí la historia de los desaparecidos, investigué, empecé a acercarme y, finalmente, me hice el ADN en 2007, que dio negativo, y no volví a tocar más el tema», dijo a Télam Lorena, periodista.

«Poco tiempo después hago una nota con Clara por la búsqueda de su hermana, le comparto mi historia, pasan 13 años y el viernes pasado, en plena pandemia, me escribe para contarme que se habían juntado muchos nacidos en el mismo lugar que yo con la misma partera», contó.

El grupo de whatsapp, que incluye historias de quienes buscan a sus padres, sus hermanos o de un caso de robo frustrado, se llama Víctimas de Franicevich y tiene la foto de una cigüeña negra.

«Así fue cómo, en medio del fin del mundo, me llega la historia del principio de mi vida. Fue muy fuerte entrar en el chat y escuchar que la historia que nos habían contado a todos era calcada: siempre la misma chica de 17 años que salió corriendo de la clínica», dijo Lorena.

«Por eso -remarcó- somos todos prematuros, porque el embarazo de ninguno llegó a término. Y para mí, en lo personal, se desbarató la idea de abandono y se reemplazó por la realidad: una red de tráfico y robo de bebés».

Clara dijo que, a partir de 1976, «además de continuar con la mecánica ya aceitada, incluyeron dentro de su atroz comercio a bebés nacidos en los centros clandestinos de la Policía de la provincia de Buenos Aires».

Al respecto, destacó que «se comprobó la intervención de la partera en la venta de cuatro hijos de desaparecidos y su estrecha relación con el médico policial Bergés», responsable de delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes.

Para María Eugenia Bielsa, es importante que el Senado tenga en agenda la ley de alquileres

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La ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, consideró «importante» que el Senado tenga en agenda la ley de alquileres, que ya tiene media sanción de Diputados.

«Es importante que una ley que tuvo 93% de adhesión en Diputados se apruebe en Senado», dijo Bielsa a Télam, y agregó: «No sé si esto está entre las prioridades, pero es un tema importante»:

La funcionaria recordó que de la iniciativa participaron «todos los sectores, con todo el consenso posible» y se mostró confiada en que «el Senado va a funcionar», aún en este período de aislamiento social.

Las dudas por los decretos

Por otra parte, indicó que el ministerio recepcionó vía mail consultas y dudas de los inquilinos y propietarios por la aplicación de los decretos que impiden el desalojo y las mudanzas y congelan los alquileres hasta el 30 de septiembre.

Señaló que en línea con el espíritu de diálogo que proponen los decretos la información de los diferentes actores ubica entre 70 u 80% el nivel de cumplimiento de los alquileres.

«Esta situación puso al desnudo los contratos que no están inscriptos» sostuvo e indicó en ese sentido que «el denominador de los reclamos es que los propietarios no les envían un CBU» para realizar los pagos.

Esta situación puso al desnudo los contratos que no están inscriptos

El ministerio no es órgano de aplicación, pero para evitar un «aluvión de casos judiciales», Bielsa indicó que «alentamos que haya acuerdos, que haya pago y cobro»:

Uno de los temas que no estaba contemplado es el caso del «doble contrato». es decir los casos de inquilinos que cursaban el último mes en marzo y ya tenían contrato con otro propietario.

Como el aislamiento social impide la realización de mudanzas «corresponde por situación de fuerza mayor pagar el lugar dónde viven, y no por el que alquilaron», explicó Bielsa.

«Lo que pueden hacer es rescindir el contrato nuevo, cuando se habiliten las mudanzas», agregó.

Remarcó que la vigencia de las medidas será hasta el 30 de septiembre y que «es muy difícil tener hoy precisiones de lo que sucederá después de esa fecha; esto es un semana a semana, hay una línea de acción pero tenemos hasta el 30 de septiembre para seguir trabajando con todos los sectores».

Consultada sobre situaciones de desalojo indicó que «tenemos comentarios, pero no denuncias» y, de tenerlas, «el Ministerio está decidido a tomar las decisiones que haya que tomar, si tenemos los datos precisos».

«El DNU tiene fuerza de ley», remarcó tras asegurar que «tenemos las posibilidades para actuar, para intervenir desde el punto de vista político, como una mediación», especialmente en los casos de presiones sobre familias en pensiones u hoteles para que abandonen en lugar.

La «vocación -de las medidas- no es judicializar un conflicto que requiere fundamentalmente de empatia y solidaridad», señaló Bielsa.

«No tenemos que poder tolerar que alguien quede en la calle y menos en estos tiempos»; afirmó.

Ecologistas piden la organización de productores y consumidores para "repensar el futuro"

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Ambientalistas afirman que si las sociedades no van a un modelo de alimentación agroecológica y de producción local nuevas pandemias, virales y bacteriales, se sucederán en el planeta tras la impactante aparición del coronavirus.

Al mismo tiempo aseguran que «el futuro existe y está asentado en la economía social y en la organización de productores y consumidores» a nivel local.

Carlos Vicente, activista miembro de la ONG Internacional GRAIN y de Acción por la Biodiversidad de Argentina sostuvo en diálogo con Télam que «este es buen momento para repensar el futuro» y puso primera en la lista de asuntos a redefinir a la alimentación industrial.

Este es un tema de viejo debate para los ecologistas y así lo alertaron en el documento por el Día Internacional de la Tierra del pasado 22 de abril, donde afirmaron que «al utilizar venenos y agrotóxicos, insecticidas y herbicidas en el modelo industrial de agricultura, producimos desertificación, contaminamos el agua, el suelo, el aire y destruimos la biodiversidad. Globalizar el sistema alimentario es hasta un 50 por ciento de los gases de efecto invernadero y el cambio climático es la consecuencia».

La ONU sacó un documento diciendo que van a ser muchos más los muertos por la crisis climática que por el coronavirus

Carlos Vicente

 En ese marco de pensamiento y en cuarentena desde Marcos Paz donde vive, Vicente aseguró: «Sin ninguna duda creo que la pandemia por el coronavirus se va a repetir con otras enfermedades virales o bacteriales. No soy fatalista, soy optimista, hace 30 años que trabajo en la temática, tenemos información y uno no puede desconocerla».

«Es que la formidable pérdida de biodiversidad desequilibra al planeta tan radicalmente que si no replanteamos pronto las cosas este capitalismo que va hacia el abismo nos traerá en los próximos años una repetición y cada vez más grave de las distintas crisis», añadió.

Entre las campañas para frenar el cambio climático y la irrupción del coronavirus y su impacto económico, sanitario y a futuro en lo cultural, Vicente recordó que «a pocos días del inicio de la pandemia, la ONU sacó un documento diciendo que van a ser muchos más los muertos por la crisis climática que por el coronavirus».

 En esa línea, el ecologista indicó que «cualquiera con un poco de conciencia sabe de los muertos por desigualdades perfectamente previsibles como la carencia de alimentos y agua potable. Eso se repite todos los días y tiene la misma gravedad por lo que realmente la sociedad debiera mirarla como a la crisis por el coronavirus».

Sin embargo, el integrante de la Red Nacional de Acción Ecologista (Renace) y de la Unión de Científicos comprometidos con la salud y la naturaleza de América Latina (Uccsna) dijo que «el futuro existe y está asentado en la economía social y en la organización de productores y consumidores».

«Tenemos que mirar un futuro a más largo plazo y ese futuro existe porque se está construyendo hoy desde los movimientos sociales y las redes de solidaridad. La producción de alimentos, el cuidado de los ecosistemas y el cuidado mutuo tienen que estar en el centro de nuestras existencias», reflexionó Vicente.

En ese sentido, puso como ejemplo la tarea de colectivos de productores de alimentos de cercanía como el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) o la Union de Trabajadores de la Tierra (UTT) que junto a los movimientos sociales «hacen un esfuerzo enorme por llegar a la gente con alimentos sin agrotóxicos producidos localmente en una práctica que en realidad tienen 10 mil años de historia».

Esa fórmula, producción agroecológica, rechazo a los químicos, producción y consumo de cercanía, reparto de la tierra, la repiten incansables los ambientalistas y defensores de la biodiversidad en el planeta pero también lo hacen organismos como la FAO, según recordó el entrevistado.

«José Graziano Da Silva dijo en el 2019 antes de retirarse de la FAO: ‘Hemos echado demasiados químicos sobre el planeta. Tenemos que ir a la producción agroecológica’ así que no hay ninguna duda que ese es el camino que tenemos que tomar».

Planeaban volverse a vivir a Ucrania, pero no pudieron salir de Mar del Plata

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Tramitaron los pasaportes, compraron los pasajes hacia Kiev a principios del verano, vendieron unos muebles acumulados en los años que llevaban en Mar del Plata, regalaron otros, y esperaban en una habitación alquilada la fecha del vuelo para volverse a vivir a Ucrania, pero la pandemia canceló los planes de la familia Kostenyuk-Dokuchaleva, que desde entonces ignora cómo y cuándo podrá regresar.

Oleksandr Kostenyuk (49) y su esposa Olga Dokuchaleva (43) tenían previsto dejar la Argentina el 1 de abril y regresar a su país por un tiempo, después de cinco años de residencia en la Costa Atlántica.

Algunas cuestiones de salud de la madre de ella en Ucrania, sumadas a las dificultades de ambos para conseguir trabajo estable y la falta de una vivienda propia en Mar del Plata, los convencieron de que era hora de regresar a probar suerte en el este europeo.

El viaje incluía al resto de la familia: Anastasiia (18), la hija de Olga de un matrimonio anterior, quien acababa de terminar la secundaria, y el hijo de la joven, Máximo Nicolás, el único marplatense del clan, nacido hace dos años y medio.

Y cuando al fin tuvieron toda la documentación necesaria después de casi un año de trámites, los pasajes de avión comprados y resueltas las cuestiones propias de una mudanza intercontinental, se dispusieron a esperar, instalados los cuatro en un pequeña pieza sobre la avenida Tejedor, en la zona norte, después de dejar la casa en la que vivían.

Pero entonces llegó el coronavirus, primero como una noticia vaga desde Asia, después con Europa como epicentro, y luego, como una variable imprevista que modificó todos los planes a medida que los gobiernos del mundo fueron cerrando el espacio aéreo y los vuelos se fueron cancelando.

«Nuestra situación es bastante complicada, y la verdad es que no sabemos qué va a pasar», dijo a Télam Kostenyuk, de profesión soldador, quien lleva casi 20 años en la Argentina.

El hombre relató que ya tenían los tickets para tomar el tren que salía el 31 de marzo desde la Terminal Ferroautomotora marplatense hacia Plaza Constitución.

Desde ahí, aseguró, tomarían un colectivo hasta Ezeiza: «Ellos tres iban a viajar a las 12.30 del 1 de abril por una aerolínea turca, con escalas en Estambul. Y yo, como tengo la ciudadanía argentina también, había sacado un pasaje de bajo costo por Norweigan, vía Londres, que salía a las 11. Llegábamos a Kiev el 3 de abril, casi a la misma hora. Pero vino la pandemia y acá estamos».

«Nos gusta Mar del Plata. Pero el tema laboral está complicado. Por eso, tomamos la decisión de volver. Compramos los pasajes gracias a una vaquita entre los familiares desde allá, y ahora no sabemos qué va a pasar. Yo tengo el vuelo reprogramado para junio, pero solo hasta Londres, y ahí voy a tener otra historia. Y a Olga, su hija y nuestro nieto ya les cambiaron y cancelaron tres veces», contó Kostenyuk.

Tanto él como su mujer expresaron que su temor es que siga pasando el tiempo porque no tienen más recursos y tampoco pueden hacer alguna changa, por la cuarentena.

Nos gusta Mar del Plata. Pero el tema laboral está complicado. Por eso, tomamos la decisión de volver. Compramos los pasajes gracias a una vaquita entre los familiares desde allá, y ahora no sabemos qué va a pasar

Ella trabajó durante años en tareas de limpieza y en cuidado de adultos mayores, pero con el aislamiento social tienen que hacer malabares con la ayuda de algunos vecinos y con la asistencia que les dio el gobierno municipal tras un pedido de la Embajada de Ucrania en la Argentina y la intervención de la Fiscalía General.

«No tenemos medios económicos para sobrevivir. Podemos tirar, pero no podemos estar mucho más así, encimados en una pieza. Esperamos que nos reprogramen el vuelo o nos devuelvan la plata», explicó el hombre.

Su principal preocupación, aseguró, es que «al menos ellos tres puedan llegar a Ucrania, donde tienen una casa y un apoyo familiar», a unos 600 kilómetros al suroeste de la capital del país, cerca de Chernivtsi, en la frontera con Rumanía.

Si bien confesó que se toma las cosas «sin ser dramático», admitió que es «angustiante» la seguidilla de cambios y cancelaciones: «Después de cada reprogramación iban llegando los mensajes de cancelación uno atrás de otro».

Pese a la incertidumbre, aseguró que «hay muchas personas buenas que entienden y respetan la situación», y que confían en poder volver a Ucrania «en cuanto vuelvan a volar los aviones».

"Sin el aislamiento estaríamos cerca de los 500 mil casos de coronavirus"

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El físico e investigador del Conicet Jorge Aliaga aseguró que hasta el 25 de marzo, cuando comenzó a notarse en la curva epidemiológica los efectos del aislamiento, «los casos confirmado de coronavirus en Argentina se multiplicaban por diez cada diez días» por lo que si no hubiera existido la cuarentena obligatoria «estaríamos cerca de los 500 mil casos» en lugar de los 3.607 actuales.

«Al 25 de marzo en el país había alrededor de 500 infectados. Si no hubiera habido ninguna medida ahora tendríamos alrededor de 500 mil casos, un poco más un poco menos, pero seguro serían centenas de miles», sentenció el ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.

Desde que comenzó la pandemia, Aliaga elabora cuadros con los datos brindados por el Ministerio de Salud de la Nación. «Yo no soy epidemiólogo ni virólogo pero siempre trabajé con números; lo que hago es analizar los datos que se van brindando y sobre eso analizar si hay patrones», describió.

Mientras no aparezca la vacuna, este virus nos obligará a re definir todo

Jorge Aliaga

Télam: ¿Cómo llega a establecer que estaríamos cerca de medio millón de casos?
Jorge Aliaga: Hasta el 25 de marzo en el país la curva de casos acumulados se multiplicaba por diez cada diez días. Por ejemplo, el 13 de marzo había 34 casos acumulados y el 23 de marzo había 301. A partir del 25 de marzo la curva siguió creciendo pero cada vez menos rápido que el día anterior. Ese es el día en el que comenzó a verse el efecto de las medidas de aislamiento que se habían establecido dos semanas antes.

T: ¿Cómo es el crecimiento en la actualidad?
J.A.: Lo que se ve hoy es que todos los días sumamos una cantidad de casos, 100, 60, 80, 120, 140 pero no vamos multiplicando como hasta ese momento. El crecimiento es muchísimo más lento.

T: ¿Por qué los números son oscilantes, por ejemplo, el sábado 11 de abril hubo 167 casos confirmados y al día siguiente 66?
J.A.: Hay que mirar los datos en el tiempo. Los números que yo manejo son los que brinda el ministerio de Salud y son el resultado de lo que se procesó ese día. Puede ser que un día te cayeron muestras de un conglomerado y te subieron un montón los números, como fue Lonco Pué en Neuquén.

T: Esta semana se destacó que un día las altas confirmadas fueron superiores a los casos, entiendo que no sirve un dato aislado, ¿pero nos puede decir algo?
J.A.: Si estás con un crecimiento muy exponencial del virus jamás van a haber más altas que confirmados. Los que ingresan al diagnóstico son del día, pero los recuperados o incluso los fallecidos son los que se diagnosticaron hace quince.

Siguiendo con la explicación del comienzo, supongamos que cada tres días multiplicas los casos. Entonces, hoy tenés 100 mil casos, hace tres días tenías 50 mil; en quince días se van a curar una parte de esos 50 mil pero la cantidad de casos nuevos va a ser muy superior. Lo que uno esperaría es que en los próximos días si la curva sigue siendo como está ahora empiece a pasar esto de que las altas y los casos nuevos sean similares.

T: Hay quienes dudan aún si la cantidad de casos confirmados bajos tienen que ver con un subregistro por falta de test, ¿cuál es su opinión?
J.A.: Hay algunos indicadores que pueden señalar al sistema de salud si se le están escapando muchos casos positivos. Uno es si en los hospitales tenés gente que se te muere de neumonía y que cuando la analizas descubrís que era Covid positivo y no la tenías confirmada; Salud dice que eso lo testea y que no ocurre.

La otra variable es qué porcentaje de los casos testeados da positivo. Si te dan más del 20 por ciento puede ser que se estén escapando casos, si te dan entre el 20 y el 10 estás bien. Acá estamos más en menos del 10 incluso (hoy se informó 9,05).

Entonces, todos los indicadores señalan que los valores que hoy tiene Argentina no es porque estemos testeando poco; seguro hay más casos asintomáticos, nadie dice que hoy hay sólo 3.607 personas con el virus, lo que uno dice es que los enfermos sintomáticos en Argentina están cerca de ese número.

T: ¿Cómo se hace para bajar la cantidad de contagios?
J.A.: Hay una forma natural, que es que cuando la mayoría de las personas ya se enfermaron quedan inmunizadas, entonces el virus avanza más lento porque le cuesta más encontrar personas para infectar; eso se llama «inmunidad de rebaño. Otra forma es con una vacuna.

La tercera es bajando la posibilidad de que las personas se enfermen. Con este virus eso se hace separando a las personas. Si todo el mundo pudiera estar rigurosamente a tres metros no hay más casos nuevos, pero eso es imposible.

T: A un promedio de 100 o 120 casos por día la inmunidad de rebaño llevaría año, no hay vacunas. ¿Entonces habrá que seguir con la cuarentena?
J.A.: La apuesta es a que el año que viene habrá una vacuna y ahí el escenario cambia. El tema es cómo hacés mientras tanto y no sólo en Argentina sino en todo el mundo. Si vos volvés a juntar a la gente como antes la curva vuelve a ser exponencial.

Lo que habrá que hacer es tomar medidas y pensar escenarios donde se puedan extremar las medidas para evitar los contagios. Por ejemplo, en las aulas es muy difícil que los pibes puedan estar a dos metros, sin tocarse, entonces va a ser complicado retomar las clases, no porque ellos sean particularmente afectados por el virus, sino porque son agentes de transmisión.

También es complicado el transporte público, quizás haya que pensar en distintos horarios de trabajo y así en cada ámbito.

Es decir, a menos que estemos dispuestos a dejar que el virus siga su curso natural y en poco meses mueran millones de personas -lo cual no es afortunadamente lo que se está decidiendo en la mayor parte del mundo- mientras no aparezca la vacuna, este virus nos obligará a re definir todo.

Un bebé de 6 meses y un niño de tres años, los primeros casos en el Garrahan

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La jefa del Servicio de Epidemiología e infectología del Hospital Garrahan, Rosa Bologna, dijo hoy que en los últimos días se detectaron los primeros dos casos de coronavirus en el centro de salud pediátrico, en un bebé de seis meses y en un niño de tres años.

«Después de más de un mes de realizar testeos, recién tuvimos los primeros dos casos positivos con coronavirus en niños, uno de un bebé de seis meses y otro de un niño de tres años, ambos se detectaron esta semana», declaró Bologna en diálogo con Radio de la Ciudad.

La especialista detalló que el bebé de seis meses ingresó al Garrahan por guardia junto con sus padres e indicó que se trata de una familia que vive en el barrio 1.11.14, y presentaban síntomas compatibles con el nuevo coronavirus: fiebre y signos de infección respiratoria alta.

«La familia y el bebé se encuentran evolucionando bien tanto como el niño de 3 años», detalló la infectóloga.

Sobre el caso del niño, Bologna señaló que había llegado de la provincia de Misiones para realizarse «una cirugía importante» y se le practicó la prueba porque había tenido fiebre y dolor de garganta la semana anterior.

Respecto a cómo se abordan los casos de coronavirus en el Hospital Garrahan, la médica resaltó que se cumple con el mismo protocolo que todos los establecimientos sanitarios.

«Desde la entrada, donde está el triage, se le hace la detección de los síntomas de coronavirus y a partir de ahí si presenta sintomatología compatible va por un camino y si no va por otro», explicó Bologna.

La médica recalcó que el personal de salud realiza «un gran esfuerzo por proteger a los pacientes internados del hospital que son inmunocomprometidos y con patologías crónicas».

Se cierra el agujero de ozono más grande observado en el Ártico

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El agujero sin precedentes en la capa de ozono estratosférica sobre el Ártico registrado en las últimas semanas se cerró en los últimos días, el motivo de su desaparición no tiene nada que ver con la reducción de la contaminación que permitió el confinamiento a causa del coronavirus, sino más bien con una ola de calor, según afirmó este sábado en su cuenta de Twitter el Servicio de Monitoreo de Atmósfera Copernicus.
“El vórtice polar se dividió, permitiendo la irrupción de aire rico en ozono en el Ártico, un ciclón persistente a gran escala en la zona ubicado en la media y alta troposfera y la estratosfera», explica Copernicus y asegura que “la situación siguió sus pronósticos de la semana pasada”.

Copernicus añade que si bien parece que el vórtice polar aún no ha llegado a su fin y se reformará en los próximos días, los valores de ozono no volverán a los niveles muy bajos vistos a principios de abril.

Todo se descubrió a fines de marzo cuando un fenómeno extraordinario dejó a la comunidad científica totalmente descolocada. Se detectó en el Polo Norte un agujero de enormes dimensiones en la capa de ozono, gas que protege a la Tierra de la mayor parte de la radiación ultravioleta del Sol.

A principios de abril la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) confirmó su existencia empleando datos del satélite Sentinel-5P de Copernicus.

Aunque no era un fenómeno aislado porqué ya se habían producido ‘miniagujeros’ sobre el polo norte en otras ocasiones, si era inédito su tamaño (un millón de kilómetros cuadrados) y su duración.

La principal teoría que explica su formación pasa por unas condiciones atmosféricas poco habituales, señala DPA.

Según los científicos, unas temperaturas inusualmente gélidas en la estratosfera han hecho que se desplomen los niveles y se abra este agujero en la capa de ozono estratosférico sobre el Ártico esta primavera, del mismo modo que se produce desde hace décadas en la Antártida tras concluir el invierno austral.

Normalmente, las temperaturas mínimas en el Ártico tienden a ser menores que en la Antártida porque no se alcanzan niveles tan extremos.

Pero, este año, unos potentes vientos alrededor del polo norte atraparon aire frío, este fenómeno se conoce como ‘vórtice polar’. La pérdida de este gas llegó al 30 por ciento en la vertical del Polo Norte, con temperaturas por debajo de -80 grados Celsius.

Normalmente, la estratosfera sobre el Ártico es demasiado cálida y el vórtice polar demasiado inestable para que se dieran esas condiciones.

El agujero de la capa de ozono en la Antártida se intensificó hace décadas por las emisiones industriales de gases CFC que destruyen el ozono, un gas protector de la vida en la Tierra frente a los rayos ultravioleta.

La prohibición de estos compuestos en el Protocolo de Montreal en 1989 permitió que ese fenómeno –inusual en el Ártico– disminuya en la actualidad.

Destacan la decisión de completar el esquema de vacunación contra la poliomielitis

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La titular de la cátedra de Infectología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Silvia González Ayala, destacó la incorporación del esquema completo de la vacunación antipoliomielítica inactivada (IPV), conocida como Salk, «que contribuirá a la erradicación de esta enfermedad» al participar del informe diario que el Ministerio de Salud brinda por la pandemia de coronavirus.

«En esta situación compleja y en el marco de la Semana de Vacunación de las Américas, tenemos que compartir una noticia que es óptima, la modificación del calendario nacional de vacunación a partir del 1 de junio con la incorporación de la vacuna antipoliomielítica inactivada, que la tenemos para los lactantes y que ahora será con esquema completo con vacuna a los 2, 4 y 6 meses como serie primaria, más la dosis de refuerzo al ingreso escolar entre los 5 y 6 años», dijo la infectóloga.

Asimismo, González Ayala precisó que «este esquema completo con vacuna antipoliomielítica de 4 dosis nos brinda la inmunogenisidad, lo que significa que las defensa serán suficientes para que nuestros niños estén protegidos».

«Nos interesa destacar el compromiso asumido por esta gestión ante los miembros de la Comisión Nacional de Inmunizaciones para dar respuesta a esta situación que es una preocupación que vine de dos décadas», añadió.

La médica, que además es docente universitaria, manifestó que este esquema de vacunación contra la poliomielitis «nos pone en el camino a la erradicación de esta enfermedad, que será la segunda enfermedad erradicada».

«Es algo muy auspicioso en medio de esta pandemia, que podamos seguir progresando para cuidar la salud de nuestra comunidad», concluyó.

En Argentina, el nuevo esquema de vacunación constará de 3 dosis y un refuerzo de IPV a los 2, 4 y 6 meses de edad y al ingreso escolar. La inversión para garantizar la estrategia asciende a 17,5 millones de dólares para la adquisición de 2.800.000 de dosis destinadas a 700.000 niños por año

La poliomielitis es una enfermedad muy transmisible, que puede ser grave y afecta principalmente a menores de 5 años. Puede producir afectación del sistema nervioso, causar parálisis y hasta ocasionar la muerte, no tiene tratamiento y puede prevenirse a través de la vacunación.

Esto es «para reducir los riesgos asociados al uso de la vacuna atenuada permitiendo mantener la inmunidad contra los 3 tipos de poliovirus (1, 2 y 3), mientras sea necesario continuar vacunando a la población en todo el mundo», precisó esta semana la cartera.

E indicó que con este cambio de esquema «se espera, en el futuro cercano, que la poliomielitis haya sido la segunda enfermedad en ser erradicada del mundo (después de la viruela) y luego de un tiempo prudencial (aún no definido), la vacunación antipoliomielítica pueda suspenderse».


Más de 1.500 agentes sanitarios ingresaron a trabajar en hospitales públicos bonaerenses

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Unos 1.520 agentes sanitarios entre médicos, profesionales de otros rubros, enfermeros, técnicos y empleados de limpieza ingresaron a trabajar en 44 hospitales públicos bonaerenses durante la emergencia por el coronavirus, se informó oficialmente.

Cinco días después del inicio de la cuarentena por Covid-19, en la web del organismo se habilitó un link para que los interesados se postulen a 3.700 puestos para fortalecer los hospitales públicos, y, en pocos días se anotaron más de 25.000 personas.

Hasta el momento, de acuerdo con la información oficial, se contrataron a 330 médicos, 125 profesionales de otras disciplinas, 587 enfermeros, 343 trabajadores de limpieza, 94 técnicos y 41 empleados de otros rubros.

Entre ese personal esencial que colabora para atender la pandemia se encuentran Juan Cruz Garriador (29) y Mónica Carbajal (36), nuevos empleados del hospital platense Rodolfo Rossi, y también Andrea Roberto (45), quien desde el 1° de abril trabaja en el hospital San José de Pergamino.

En declaraciones a Télam, ellos contaron los protocolos que siguen, los recaudos que toman y los temores que sienten al ponerle el cuerpo a esta particular situación.

Garriador, vecino de la localidad platense de Los Hornos, se recibió de enfermero profesional hace dos años pero no tenía un empleo fijo, y cuando se enteró de que iban a nombrar a más de 4.000 agentes hospitalarios, no lo dudó: «Me fui con mi currículum a varios hospitales de La Plata y enseguida me llamaron del Rossi y empecé», explicó.

Aseguró que desde el momento en que eligió su carrera conoce los riesgos y sabe que «atender a un enfermo de coronavirus es parte del trabajo» y agregó que se siente «muy apoyado por la gente del Rossi y los jefes de enfermería que tienen mucha experiencia».

En las áreas más expuestas al virus, por donde pudo haber pasado alguna persona infectada o muestras del virus que se analizan en el laboratorio, el personal debe estar protegido con camisolín, guantes, barbijo, antiparras, máscara, cofia y botas.

También debe estar capacitado en cómo colocarse y, sobre todo, en qué orden sacarse cada elemento para evitar que el kit de bioseguridad se convierta en fuente de contagio.

«Antes de salir del hospital me cambio y cuando llego a mi casa también», comentó Garriador y apuntó que «lo primero que hago es dejar las zapatillas afuera y sacarme la ropa, que va directo al lavarropas porque tengo que cuidarme y cuidar a mi familia»:

En tanto, Carbajal -vecina de Tolosa y madre de tres adolescentes- aseguró que hasta ingresar al hospital Rossi como empleada de limpieza, hace una semana, se dedicaba a cartonear en la calle.

«¿Que si tengo miedo? Al principio un poco, pero después pensé: ‘si yo me pongo todo lo que me dan y tomo las precauciones necesarias voy a estar bien'», reveló.

«Soy consciente de que gracias a nuestro laburo se ayuda a toda la sociedad y la gente nos lo reconoce», manifestó la mujer que tiene a cargo la limpieza de los pisos de consultorios, guardia y de algunas salas en el hospital del barrio Hipódromo.

Apuntó que su tarea consiste en la desinfección del consultorio febril con lavandina y dijo que «limpiamos pisos, picaportes, puertas y para eso me tengo que poner doble guante, botas, camisolín, cofia, antiparras y barbijos».

Desde el hospital de Pergamino, Andrea Roberto -una mujer viuda y madre de dos hijas de 13 y 19 años- relató que trabaja en la limpieza del sector de clínica médica y traumatología «provista con todos los instrumentos de protección» y añadió que cuando llega a su casa «extrema» los recaudos porque una de sus hijas tiene epilepsia y es paciente de riesgo.

La trabajadora reflexionó que «hay mucha gente que todavía no toma conciencia y no respeta la cuarentena, pero debemos ser precavidos y cuidarnos entre todos».