El físico e investigador del Conicet Jorge Aliaga aseguró que hasta el 25 de marzo, cuando comenzó a notarse en la curva epidemiológica los efectos del aislamiento, «los casos confirmado de coronavirus en Argentina se multiplicaban por diez cada diez días» por lo que si no hubiera existido la cuarentena obligatoria «estaríamos cerca de los 500 mil casos» en lugar de los 3.607 actuales.
«Al 25 de marzo en el país había alrededor de 500 infectados. Si no hubiera habido ninguna medida ahora tendríamos alrededor de 500 mil casos, un poco más un poco menos, pero seguro serían centenas de miles», sentenció el ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.
Desde que comenzó la pandemia, Aliaga elabora cuadros con los datos brindados por el Ministerio de Salud de la Nación. «Yo no soy epidemiólogo ni virólogo pero siempre trabajé con números; lo que hago es analizar los datos que se van brindando y sobre eso analizar si hay patrones», describió.
Mientras no aparezca la vacuna, este virus nos obligará a re definir todo”
Jorge Aliaga
Télam: ¿Cómo llega a establecer que estaríamos cerca de medio millón de casos?
Jorge Aliaga: Hasta el 25 de marzo en el país la curva de casos acumulados se multiplicaba por diez cada diez días. Por ejemplo, el 13 de marzo había 34 casos acumulados y el 23 de marzo había 301. A partir del 25 de marzo la curva siguió creciendo pero cada vez menos rápido que el día anterior. Ese es el día en el que comenzó a verse el efecto de las medidas de aislamiento que se habían establecido dos semanas antes.
T: ¿Cómo es el crecimiento en la actualidad?
J.A.: Lo que se ve hoy es que todos los días sumamos una cantidad de casos, 100, 60, 80, 120, 140 pero no vamos multiplicando como hasta ese momento. El crecimiento es muchísimo más lento.
T: ¿Por qué los números son oscilantes, por ejemplo, el sábado 11 de abril hubo 167 casos confirmados y al día siguiente 66?
J.A.: Hay que mirar los datos en el tiempo. Los números que yo manejo son los que brinda el ministerio de Salud y son el resultado de lo que se procesó ese día. Puede ser que un día te cayeron muestras de un conglomerado y te subieron un montón los números, como fue Lonco Pué en Neuquén.
T: Esta semana se destacó que un día las altas confirmadas fueron superiores a los casos, entiendo que no sirve un dato aislado, ¿pero nos puede decir algo?
J.A.: Si estás con un crecimiento muy exponencial del virus jamás van a haber más altas que confirmados. Los que ingresan al diagnóstico son del día, pero los recuperados o incluso los fallecidos son los que se diagnosticaron hace quince.
Siguiendo con la explicación del comienzo, supongamos que cada tres días multiplicas los casos. Entonces, hoy tenés 100 mil casos, hace tres días tenías 50 mil; en quince días se van a curar una parte de esos 50 mil pero la cantidad de casos nuevos va a ser muy superior. Lo que uno esperaría es que en los próximos días si la curva sigue siendo como está ahora empiece a pasar esto de que las altas y los casos nuevos sean similares.
T: Hay quienes dudan aún si la cantidad de casos confirmados bajos tienen que ver con un subregistro por falta de test, ¿cuál es su opinión?
J.A.: Hay algunos indicadores que pueden señalar al sistema de salud si se le están escapando muchos casos positivos. Uno es si en los hospitales tenés gente que se te muere de neumonía y que cuando la analizas descubrís que era Covid positivo y no la tenías confirmada; Salud dice que eso lo testea y que no ocurre.
La otra variable es qué porcentaje de los casos testeados da positivo. Si te dan más del 20 por ciento puede ser que se estén escapando casos, si te dan entre el 20 y el 10 estás bien. Acá estamos más en menos del 10 incluso (hoy se informó 9,05).
Entonces, todos los indicadores señalan que los valores que hoy tiene Argentina no es porque estemos testeando poco; seguro hay más casos asintomáticos, nadie dice que hoy hay sólo 3.607 personas con el virus, lo que uno dice es que los enfermos sintomáticos en Argentina están cerca de ese número.
T: ¿Cómo se hace para bajar la cantidad de contagios?
J.A.: Hay una forma natural, que es que cuando la mayoría de las personas ya se enfermaron quedan inmunizadas, entonces el virus avanza más lento porque le cuesta más encontrar personas para infectar; eso se llama «inmunidad de rebaño. Otra forma es con una vacuna.
La tercera es bajando la posibilidad de que las personas se enfermen. Con este virus eso se hace separando a las personas. Si todo el mundo pudiera estar rigurosamente a tres metros no hay más casos nuevos, pero eso es imposible.
T: A un promedio de 100 o 120 casos por día la inmunidad de rebaño llevaría año, no hay vacunas. ¿Entonces habrá que seguir con la cuarentena?
J.A.: La apuesta es a que el año que viene habrá una vacuna y ahí el escenario cambia. El tema es cómo hacés mientras tanto y no sólo en Argentina sino en todo el mundo. Si vos volvés a juntar a la gente como antes la curva vuelve a ser exponencial.
Lo que habrá que hacer es tomar medidas y pensar escenarios donde se puedan extremar las medidas para evitar los contagios. Por ejemplo, en las aulas es muy difícil que los pibes puedan estar a dos metros, sin tocarse, entonces va a ser complicado retomar las clases, no porque ellos sean particularmente afectados por el virus, sino porque son agentes de transmisión.
También es complicado el transporte público, quizás haya que pensar en distintos horarios de trabajo y así en cada ámbito.
Es decir, a menos que estemos dispuestos a dejar que el virus siga su curso natural y en poco meses mueran millones de personas -lo cual no es afortunadamente lo que se está decidiendo en la mayor parte del mundo- mientras no aparezca la vacuna, este virus nos obligará a re definir todo.