Un sector de trabajadores de reparto a domicilio de las empresas Glovo, Rappi y PedidosYa, entre otras, cumplió hoy una huelga general de 24 horas, que se reiteró en otros cinco países, en demanda de un aumento salarial y el cese de la precariedad laboral, en tanto la Asimm, que agrupa a la mayoría de los empleados de la actividad, desconoció la medida y criticó su convocatoria.
El personal argentino agrupado en la Asociación Trabajadores de Reparto (ATR) protestó además en Santa Fe, La Plata y otras ciudades del interior y se movilizó esta tarde hacia el Obelisco porteño para exigir también «la inmediata provisión por parte de las empresas de elementos de higiene en cantidad y calidad».
La medida fue también cumplida por los trabajadores de la actividad de España, Costa Rica, Perú, Guatemala y Ecuador y, en la Argentina, fue convocada por una organización con simple inscripción gremial bajo el lema #22ANoReparto, aunque pudo observarse que muchos de esos trabajadores cumplieron sus tareas.
Los trabajadores, quienes también denunciaron que los gobiernos del mundo hacen «la vista gorda» ante «la realidad del personal de reparto domiciliario», exigen un aumento del 100 por ciento en el pago por pedido y elementos de seguridad e higiene de calidad y en cantidad, según las jornadas laborales.
Sin embargo, la organización argentina con personería gremial que agrupa a ese personal (Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios -Asimm-) que lideran Marcelo Pariente y Maximiliano Arranz, expresó a Télam que la medida de fuerza de hoy fue promocionada desde «las redes sociales», aunque puntualizó que «desconoce» quién o quiénes «estuvieron detrás de ella».
«La Asimm lucha desde hace años y prácticamente en soledad en rechazo del modelo de relación laboral que procuran imponer las plataformas. En su momento obligó a elegir a la primer Comisión Gremial Interna de esas aplicaciones en el mundo y, los métodos de canalización de esa pelea, siempre son decididos en los ámbitos orgánicos respectivos», realzó Arranz en declaraciones a Télam.
Para el dirigente gremial, la lucha contra esas plataformas «es irrenunciable y permanente» y continuará hasta lograr «el respeto de los derechos», y dijo no compartir «los reclamos que son funcionales al modelo de fraude laboral».
«El gremio no quiere un aumento en las ganancias sino salarios dignos y el reconocimiento a los trabajadores. No desconoce la actual importancia de las redes sociales, pero las luchas virtuales en facebook e instagram solo serán parte de la agenda cuando impacten en el mundo real y sean funcionales a la causa de los mensajeros y repartidores», señaló esta tarde el sindicalista a esta agencia.
En su momento, el conflicto gremial que impulsó la Asimm –que integra la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que conduce Juan Carlos Schmid– en demanda del cumplimiento de la Ley de Tránsito de la ciudad de Buenos Aires y del convenio colectivo de trabajo, que entre otras cosas prevé la provisión de casco y otros elementos de seguridad por parte de las empresas, derivó en su judicialización a partir del incumplimiento de las normativas por las autoridades metropolitanas.
El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta apeló la resolución favorable al gremio, aunque todas esas instancias oficiales fueron rechazadas, por lo que el conflicto está hoy en manos de la Corte Suprema porteña para su resolución.
El personal de la ciudad de La Plata agrupado en la ATR se concentró este mediodía en la Plaza Moreno y, luego, se trasladó hacia el Obelisco porteño.
Esos trabajadores denunciaron que perciben por sus tareas igual suma de dinero que hace dos años y que «la paga no es fija», no obstante «los agudos procesos inflacionarios y devaluatorios por los que atravesó el país», y señalaron que «el protocolo para la actividad es muy difícil de cumplir porque es imposible permanecer a dos metros de distancia si una persona abona en efectivo».
Un comunicado internacional conjunto sostuvo que «los repartidores de todo el mundo deben unirse en la lucha para derrotar a las aplicaciones, ya que ese es el único camino para conquistar la totalidad de los derechos laborales»,
Además, los trabajadores denunciaron que «la explotación a fondo del lucro por parte de las empresas se realiza a expensas de la exposición de los repartidores al contagio con coronavirus», y puntualizaron que con «el estallido de la pandemia se profundizaron las condiciones de precarización existentes en las aplicaciones».