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“El año empezó quieto pero a partir de las grandes ferias hubo un crecimiento sostenido y termina mucho mejor de lo que se proyectaba. El cliente argentino siempre fue demandante de la máxima tecnología a disposición a nivel mundial”. Así definió el 2024 el Director Comercial de Case IH para Argentina, Sergio Vera, durante la presentación oficial de la nueva serie de cosechadoras “Axial-Flow” 160, producidas en la planta de la compañía en Ferreyra, Córdoba.

En diálogo con Clarín Rural, Vera aseguró que la marca está cerrando un año excelente con crecimiento sostenido, especialmente en el segmento de cosechadoras. Entre las razones que explican esa firmeza, mencionó el lanzamiento de nuevos modelos con las últimas tecnologías pero también hizo especial hincapié en la fortaleza de la estructura comercial y financiera de la empresa, con el brazo financiero CNH Capital ofreciendo diversas opciones de financiamiento adaptadas a las necesidades de cada región y de cada cliente. “Gran parte del éxito viene de escuchar permanentemente a nuestros clientes y ver cuáles son sus necesidades financieras, porque no todas las regiones del país tienen las mismas necesidades ni el mismo flujo de capitales”, detalló.

Luego añadió la importancia de contar con una red de concesionarios consolidada y profesional, que hizo importantes inversiones para mejorar la atención a los clientes. Vera advirtió que a pesar de la vocación tecnológica de los productores locales, Argentina tiene un parque de maquinaria muy antiguo en comparación con los mercados más grandes, en todos los rubros y especialmente en cosechadoras.

“Nosotros consideramos que si todos contribuimos a reducir esa dificultad en renovar el parque que tienen muchos de nuestros clientes -con condiciones comerciales, con financiación-, el cliente identifica esa ventana de oportunidad que tiene que ver con hacer los cálculos. Es decir, si tengo una maquinaria antigua, cuánto estoy perdiendo de productividad y cuánto estoy perdiendo, por ejemplo, en consumo de combustible o de insumos. Con toda la información que brindan las maquinarias hoy, ese cálculo es muy preciso”, remarcó.

En ese sentido cobra relevancia la nueva serie de cosechadoras lanzada por la marca, en sus modelos 5160, 6160 y 7160, cuya principal bandera es la automatización y el ajuste automático de parámetros como velocidad de avance y apertura de zarandas, en base a sensores y cámaras que analizan las condiciones del cultivo.

Rodrigo Lanciotti, gerente de Marketing de Case IH, explicó: “Hoy hablamos de cosecha inteligente porque esta máquina, esas decisiones las va a tomar en base a los parámetros de sus sensores, y el operador queda en una posición distinta, donde ya no tiene el estrés de estar regulando la máquina continuamente”.

Según detalló, con esta tecnología, y según las necesidades del productor o las particularidades de los campos a trabajar, los procesos de automatización se pueden dividir en cuatro estrategias de cosecha: calidad de granos, rendimiento máximo, rendimiento fijo o desempeño balanceado. Esto es posible gracias a 12 sensores que recopilan los datos del sistema industrial y luego se autorregulan, encontrando el punto de trabajo exacto para cada situación y controlando automáticamente el 90% de las operaciones con hasta 1.800 intervenciones diarias en la máquina durante la operación de recolección.

“Un punto fuerte de la Serie 160 es el nuevo sistema de zarandas nivelantes X- Flow, que ofrece un 20% más de rendimiento a los cultivos en zonas inclinadas, con menos pérdidas y mayor facilidad de mantenimiento. La X-Flow cuenta con un sistema de vibración lateral que compensa inclinaciones de hasta 12 grados, así como una superficie de limpieza de 5,3m2, ventajas que satisfacen las condiciones de recolección más exigentes”, detalló Lanciotti.

Desde Case aseguraron que las cosechadoras Axial-Flow Serie 160 pueden lograr un aumento del 10% en la eficiencia operativa, además de ahorrar hasta un 11% en combustible. Esto es posible gracias a la automatización, que optimiza el uso de la carga del motor, y al nuevo sistema de transmisión electrónica, que hace que el cambio de marchas de la máquina sea más eficiente, permitiendo al operador alcanzar todas las velocidades de cosecha sin necesidad de realizar cambios manuales de marcha.

“Este lanzamiento es un poco la frutilla del postre y nos va a dar un empuje realmente importante, no solo para lo que queda del año, sino también para el primer trimestre del año que viene, que siempre es muy importante para el segmento de cosechadoras”, concluyó Vera.

Guardar los ahorros en dólares abajo del colchón es más conveniente económicamente, dado que no se debe pagar ningún costo. Sin embargo, tener la plata en el hogar conlleva un riesgo de seguridad importante ante posibles robos. Además se debe tener la precaución de que los billetes estén guardados en lugares donde no se deterioren.

En este sentido, las cajas de seguridad privadas son una alternativa para resguardar los bienes más valiosos de forma discreta en un espacio de protección legal. Las opciones que ofrecen las distintas entidades financieras varían de acuerdo al tamaño de las cajas, que es lo que determina los precios.

No obstante, también es importante conocer las normas legales que regulan este tipo de servicios, así como las obligaciones y responsabilidades antes de tomar una decisión.

En el interior de una caja de seguridad se pueden guardar una gran variedad de bienes de valor económico y/o sentimental, como dinero, joyas, escrituras, títulos de propiedad, documentación legal, etc.

Uno de sus los principales beneficios es que están ubicadas dentro de una cámara acorazada lo que las hace mucho más seguras. Pero además cuentan con ventajas como:

• Total discreción de su contenido. Nadie tiene por qué saber qué guardas en tu caja de seguridad.
• La posibilidad de elegir entre diferentes sucursales y tamaños de caja fuerte, de acuerdo a cuáles sean las necesidades.

• Privacidad para operar en gabinetes individuales con total tranquilidad.
• El pago es automático, se debita directamente de la cuenta y el contrato también se renueva de manera automática.
• Flexibilidad y control del titular que podrá autorizar a otras personas a su elección.

• Las cajas de seguridad no tienen regulación de ninguna clase ya que se trata de un contrato entre privados. Si bien su principal función es brindar resguardo a bienes diversos, también ayuda a minimizar posibles momentos de inseguridad en el hogar o la oficina y evita el deterioro de los billetes o documentos debido al paso del tiempo.

El alquiler de las cajas de seguridad se encuentra fijado en razón del modelo que se elija al momento de contratar. El valor de dicho canon, así como los duplicados de llaves que se pidan, entre otros aspectos.

En líneas generales los aspectos a tener en cuenta no varían demasiado entre los banco, aunque existen algunas particularidades en las compañías privadas no bancarias que ofrecen mayor flexibilidad en el acceso.

La caja de seguridad puede tener más de un titular. En tanto, según lo que ofrezca cada banco pueden abrirse bajo la modalidad de uso “conjunta” o “indistinta o recíproca”.

Si la caja de seguridad fue abierta bajo la modalidad de uso conjunto, solo se permite el acceso a la caja de seguridad cuando todos los titulares se hallen presentes, mientras que, en la modalidad de uso indistinta o recíproca, cualquiera de los titulares puede ingresar sin necesidad de la presencia o autorización previa del resto.

Por lo tanto, si la caja de seguridad fue abierta bajo la modalidad de uso conjunta y un co-titular fallece, solo podrá accederse si están presentes la totalidad de los herederos del co-titular fallecido.

En cambio, en caso de tratarse de una caja de seguridad con la modalidad de uso indistinta, el fallecimiento de un co-titular no impedirá el acceso al resto de los co-titulares, siempre que no medie orden judicial en contrario.

En los bancos, el o los usuarios tendrá acceso a la caja los días hábiles, de lunes a viernes de 10 a 15. En cambio, en las compañías privadas no bancarias, además de las sucursales tradicionales, cuentan con otras robotizadas donde el cliente puede operar sin interacción humana.

En estos casos el cliente ingresa a un espacio privado y blindado donde un robot le acerca su caja de seguridad que, luego de sus movimientos, se encargará de retirarla y guardarla en el lugar correspondiente. Estas alternativas ofrecen un acceso más flexible de lunes a sábado, fuera del horario bancario tradicional.

La mayoría de los bancos detallaron, a clarín, que cuando se contrata la caja, se recibe un sobre cerrado y lacrado que contiene 2 llaves iguales y sin copia. Dichas llaves se deben reintegrar una vez finalizado el contrato. Si las llaves se pierden o son sustraídas, hay que dar aviso inmediato al banco y habrá que pagar por el duplicado de llaves y/o la comisión por perforación de cofre.

En el caso de la empresa de alquiler de cajas de seguridad, Hausler detallaron que en caso de perder las llaves «no existe ningún riesgo, ya que es imposible que una persona acceda a la bóveda únicamente con la llave de una caja. Los ingresos a las bóvedas automatizados de la empresa se realizan mediante biometría facial y lector de vasos sanguíneos asegurando que los titulares y autorizados son las únicas personas en condiciones de ingresar a su cajas de seguridad».

Por su parte, desde otra firma, INGOT, comentaron que en el servicio tradicional, además de un juego con 2 copias de la misma llave para que tanto el titular como el autorizado puedan ingresar, se requiere la llave de paso del personal de la empresa para que el cliente pueda abrir su caja.

En cambio, en las sucursales automatizadas no se requiere la intervención del personal interno para la apertura teniendo en cuenta que el cliente además de pasar por nueve anillos de seguridad, accede ingresando su huella, pin personalizado y tarjeta personal y luego sí finaliza la apertura de su cofre mediante la llave.

Es muy poco probable pero no imposible. En este sentido, tanto las entidades bancarias como las empresas privadas que brindan el servicio de resguardo de valores recomiendan a sus clientes contar con un seguro básico o contratar una cobertura adicional.

Dada la confidencialidad que rodea a este servicio, se suele establecer una cantidad cerrada en concepto de seguro de los bienes allí depositados. Este importe puede variar de unas entidades a otras.

Si muere el único titular de la caja de seguridad se deberá llevar adelante el proceso de apertura frente a escribano quien labra un acta del contenido y del acto. El contenido de la caja (de existir) deberá ser guardado en sobre lacrado en el tesoro de la sucursal a la espera del oficio judicial que ordene cómo proceder, por ejemplo con la entrega de los bienes a herederos.

En caso de que haya co-titulares y/o autorizados, serán ellos quienes podrán hacer uso o retiro de los valores de la caja de seguridad, bajo su responsabilidad frente a terceros (familiares) sobre el correcto uso del contenido. Siempre que no medie orden judicial en contrario.

En los bancos, en general requieren que el titular sea mayor de 18 años y que cuente con una caja de ahorro o una cuenta corriente, con un mínimo de antigüedad de 6 meses.

No obstante, antes era más accesible para cualquier cliente solicitar el alquiler de un resguardo para sus valores, pero en la actualidad se volvió más complejo, ya que el interesado debe pertenecer a segmentos de rentas prioritarias (por ej: Premium, Eminent, Select, Exclusive, etc. según el banco) y pasar por una evaluación previa para poder acceder.

Entre la documentación requerida exigen:

• DNI.
• En el caso de ser empleado en relación de dependencia, hay que presentar los últimos recibos de sueldo o certificado laboral.
• Monotributistas o autónomos deberán contar con la constancia de inscripción y último pago al día.
• Jubilados: último recibo de jubilación.
• Estudiante, desocupado, etc.: constancia de CUIL.

Al momento de contratar un lugar de guardado en un banco público o privado, habrá que tener en cuenta el espacio necesario para el dinero, documentos u objetos de valor.

Para tener una referencia, en una caja chica se podrán guardar hasta 3.500 billetes aproximadamente. Esto puede variar si el dinero está termosellado o tiene bastante uso. Las más grandes permiten guardar documentos, como escrituras, etc.

A partir de allí se podrá calcular el costo del alquiler de la caja de seguridad, que según la entidad puede ser mensual, trimestral o anual. A continuación, alguno de los valores que se manejan en el mercado:

• Caja chica (10 x 15 x 60 cm): $294.398 anuales
• Caja mediana (10 x 30 x 60 cm): $413.824 anuales
• Caja grande (65 X 60 X 60): $889.334 al año.

• La caja de seguridad más chica: $429.445 (no incluye IVA) anuales.
• La caja más grande: $1.0707.112, por año.

• Caja chica (10 x 15 x 60): $443.451 anuales.
• Caja mediana (20 x 30 x 60): $578.919 anuales.
• Caja grande (30 x 60 x 60): $1.302.256 por año.

• Caja chica (10 x 15 cm x 50): entre $351.408 y $ 508.475 anuales.
• Caja grande: (60 x 60 x 60): $620.653 por año.

• Caja más chica (9 x 13 x 33): $288.391 por año.
• Caja más grande: (100 x 50 x 50) es de $2.756.249 anuales.

• Caja más chica: $347.112 (más IVA) anuales.
• Caja extra grande: $694.212 (más IVA) por año.

• Cajas más chicas: entre $211.932 y $292.116 anuales.
• Cajas más grandes: entre $556.272 y $716.808 al año.

• Ofrecen cajas con mayor capacidad que las de los bancos. Chicas (10 x 15 x 60), medianas (10 x 30 x 60), grandes (20 x 30 x 60 cm) y extra grandes (30 x 30 x 60). Los valores arrancan en $57.000 mensuales.

• Cajas más chicas (10 x15 x 60): desde $570.980 anuales.
• Cajas más grandes (30 x 30 x 60): $1.868.757 anuales.