Verónica Allaria es mamá de una niña trans y preside la Asociación Civil «Nueva Crianza» del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, a partir de su propia experiencia sobre la base de la organización con sede en Buenos Aires, Infancias Libres.
«La organización nació de las charlas de madres y padres de niñes trans cuando acudían a los registros civiles para el cambio de identidad», dijo Verónica a Télam.
La mujer recordó que, cuando tenía 8 años (hoy tiene 11), su hija le planteó que quería cambiarse el nombre: «Somos los padres los que tenemos que salir del closet», aseguró para «entenderlos y reconocerlos como lo que son».
Tras 6 años de permanentes expresiones de su transición para ser mujer, Verónica le preguntó en forma directa a, hasta ese momento, su hijo Bautista: «¿Vos qué querés ser? ¿Un nene o una nena?». Y la respuesta fue clara: «Una nena, te lo vengo diciendo hace años».
A partir de esa charla, a los pocos días, Serena eligió su propio nombre que después quedaría legalizado en el DNI: «Parada frente a mí y a mi esposo, señalándose el centro del pecho nos dijo: ´Yo soy Serena´», recordó la madre.
Nueva Crianza ha realizado tareas de promoción de las infancias trans así como talleres y tiene previsto lanzar una campaña por redes sociales en el contexto de la pandemia de coronavirus.