«Las mascotas son compañía que alivian esa sensación de soledad y aumentan el bienestar de las personas» (Archivo).
Permitir el ingreso y la permanencia de perros y gatos en los geriátricos para que convivan junto a los adultos mayores y que las mascotas puedan colaborar en las terapias asistidas forma parte de una propuesta que el Sindicato de Trabajadores Caninos presentó en la Legislatura porteña y aguarda por el «pronto tratamiento» de parte de los diputados.
La iniciativa, en rigor, plantea la modificación de la ley 5670, que regula la actividad de los «Establecimientos para Personas Mayores», para lograr inclusión de las mascotas ya sea como visita o acompañamiento diario y «mejorar la calidad de vida» de las personas que se alojan en los geriátricos de la Ciudad.
Matías Tomsich, secretario general del Sindicato, contó a Télam que la propuesta «surgió hace un año y medio cuando, junto a un grupo de compañeros, veíamos la problemática del encierro y de la falta de socialización de los adultos mayores que están en los geriátricos cuando la familia no los visita, lo que se potenció con la pandemia, ya que no podían recibir a sus familiares».
«Las mascotas son animales de compañía que alivian esa sensación de soledad y aumentan el bienestar de las personas» ya que «el proceso de cuidar de la mascota, en tanto en lo que refiere a su higiene como a su comida diaria o el juego, provoca que el adulto mayor se preocupe y disfrute del bienestar», explicó.
«Las mascotas son animales de compañía que alivian esa sensación de soledad y aumentan el bienestar de las personas»”
Tomsich remarcó que la iniciativa elevada ante la Legislatura busca «otorgar derechos a esa población», por lo que auguró que «todas las fuerzas políticas la acompañen y que lo traten pronto».
Puntualmente, el proyecto «incorpora e integra a la vida cotidiana de los establecimientos para personas mayores a los perros y gatos, permitiendo que los adultos puedan recibir visitas o estar acompañados por su mascota».
En la Ciudad, hay unos 500 mil perros y 300 mil gatos en todo el distrito.
Por otro lado, habilita «las terapias asistidas con mascotas» a través de las cuales los adultos mayores puedan realizar actividades terapéuticas que «mejoren su calidad de vida y el estado anímico, potenciando las capacidades sociales, de relación, como así también colaborar con la disminución de los niveles de ansiedad».
A su vez, la iniciativa contempla la posibilidad que sean las propias instituciones que alojan a los adultos mayores las que adopten mascotas abandonadas en los refugios «con lo cual ayudamos a que haya menos perros callejeros o sin hogar», señaló Tomsich.
Según un relevamiento de la Dirección General de Estadísticas y Censos del Ministerio de Hacienda del Gobierno de la Ciudad, hay unos 500 mil perros y 300 mil gatos en todo el distrito; en tanto que casi el 40 por ciento de los hogares porteños tiene mascotas.
«Buscamos también que cuando llegue el momento en que un adulto mayor tenga que irse a un geriátrico, lo pueda hacer acompañado con su mascota»”
«Buscamos también que cuando llegue el momento en que un adulto mayor tenga que irse a un geriátrico, lo pueda hacer acompañado con su mascota», agregó el delegado del sindicato que reúne a trabajadores que se dedican a pasear perros, así como a adiestradores y a peluqueros caninos.
En la Legislatura, en tanto, el proyecto fue refrendado por el legislador del Frente de Todos Juan Manuel Valdés y el expediente está en debate en la Comisión de Política de Promoción e Integración Social.
Habilita «las terapias asistidas con mascotas» a través de las cuales los adultos mayores puedan realizar actividades terapéuticas que «mejoren su calidad de vida.
Por otra parte, durante la elaboración de la iniciativa, los impulsores conversaron con referentes de centros de jubilados y autoridades de los establecimientos públicos y privados que alojan a los adultos mayores, desde donde recibieron la inquietud respecto de la dificultad que podría traer la implementación de la medida en términos edilicios.
Por ello, se contempló la alternativa, de aprobarse, que exista la oferta de créditos blandos desde el Estado porteño para facilitar la adaptación de los edificios para recibir también a las mascotas.