Skip to main content
Para Luján y Santiago, bailando nació el amor. (Foto: Javier Corbalán)

Para los salteños Luján Celeste Herbas y Luca Santiago Gil, de 20 y 21 años respectivamente, San Valentín es una fecha importante siempre, pero que cobra mayor trascendencia ahora, que tienen «con quien celebrarlo».

«Cuando estás en una relación le das una mayor importancia. Nosotros ya tenemos pensado cómo lo vamos a festejar. Es nuestro primer San Valentín juntos y no vamos a dejar pasar la oportunidad», expresó Luján a Télam.

A ellos los reunió su pasión por el baile, ya que se conocieron hace unos tres años, cuando ella se incorporó al ballet caporal Raíces y Herencia, donde ya bailaba Santiago y que ensaya todas las noches al aire libre, en la plaza Gurruchaga, del macrocentro de la capital salteña.

Allí, durante un ensayo frustrado por una fuerte lluvia, los jóvenes contaron que están «muy felices» y «de novios hace ocho meses», pero que al principio no les fue fácil relacionarse, por la timidez de Luján.

«Fue por las redes sociales, a través de Facebook, que comenzamos a acercarnos. Un me gusta o un me encanta en las historias que subíamos ella o yo nos fueron dando la posibilidad de vincularnos», reveló Santiago, quien detalló: «primero fuimos amigos».

De allí la relevancia para ellos de las redes sociales en estos tiempos, porque en este caso funcionaron como un factor de unión, aunque aseguran que no siempre son positivas, porque también muchas veces generan rispideces y problemas en las parejas y en las relaciones.

«Para mí, las redes sociales son muy importantes porque allí se reflejan muchas cosas. Incluso el WhatsApp nos da la posibilidad de un contacto permanente, a través del cual compartís cada momento», explicó Santiago, aunque advirtió: «igualmente, nos entendemos mejor hablando en persona».

En este sentido, Luján comentó que le resulta «más fácil» comunicarse a través de las redes, porque es vergonzosa y tímida, pero ante la posibilidad de malos entendidos en la relación, ellos decidieron hablar los temas importantes «en persona».

La pareja de bailarines del altiplano con la ciudad de Salta de fondo Foto Javier Corbaln
La pareja de bailarines del altiplano con la ciudad de Salta de fondo. (Foto: Javier Corbalán)

Luján y Santiago trabajan durante el día y se reúnen cada noche para bailar caporal, una danza folclórica del altiplano principalmente boliviano, que conjuga ritmo con vistosas coreografías y brillosos y coloridos vestuarios, cargados de lentejuelas y cascabeles.

A través del ballet del que forman parte participan cada año en los corsos no solo de la ciudad de Salta, sino también de distintos puntos del interior de la provincia, y a la vez participan de presentaciones en teatros y otros escenarios.

«Bailar me apasiona. Para mi es lo más lindo. Empecé desde chico en otra agrupación, me encanta y por eso sigo», indicó el joven, quien resaltó que, durante la preparación para una presentación en el teatro, ambos se unieron aún más y fue el paso previo al inicio de su noviazgo.

«Era su primera vez en un escenario y tenía muchos nervios. Yo estaba ahí, a su lado, porque quería que ella baile. Cuando terminamos la presentación fui a abrazarla y darle un beso en la mejilla. Fue lo primero que se me ocurrió«, contó.

A los dos días, Santiago y Luján se juntaron a hablar en la plaza en la que ensayan cada día, donde él le hizo la propuesta formal de ser novios: «nos llevamos bien y seguimos teniendo esa relación bonita que habíamos logrado cuando solo éramos amigos», contaron, sonrientes.

«Él es muy compañero. Cuando necesito está ahí, para ayudarme en todo», destacó Luján, quien sostuvo que siempre quiso bailar caporal, aunque por cosas de la vida recién lo pudo hacer cuando cumplió los 18 años.

En esa ocasión, buscó grupos para incorporarse -en Salta son muchas las agrupaciones que se dedican al caporal- y decidió quedarse en Raíces y Herencias porque le gustó el traje que en ese momento lucían y cómo la trataron.

Para ella, el baile fue fundamental a la hora de ayudarla a despejarse «en un tiempo en el que estaba mal», y compartirlo ahora con la persona que quiere lo hace «aún más especial».