La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) elaboró un protocolo, que mañana será presentado al Gobierno argentino, con una serie de medidas temporales de bioseguridad basadas en un enfoque de seguridad multinivel, para reanudar los vuelos de pasajeros en medio de la crisis por la pandemia del coronavirus.
El protocolo proporciona «la confianza que necesitan tanto los gobiernos para la apertura de las fronteras a los viajes aéreos, como los pasajeros para volver a volar», indicaron fuentes del organismo.
La directora de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli, confirmó a Télam que IATA le hará mañana la presentación oficial y que «se está trabajando en forma coordinada con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y a nivel bilateral, para armonizar y garantizar que nuestros pasajeros sean tratados con igual protocolo en los países de destino».
Entre las medidas que se aconseja adoptar, está el limitar los accesos a los aeropuertos a empleados y viajeros, a excepción de los acompañantes de personas con discapacidad o menores de edad; control de temperatura en los puntos de acceso a la terminal; distanciamiento físico a lo largo de todos los procesos de atención al pasajero, incluida la gestión de filas.
También será obligatorio el uso de mascarillas por pasajeros y empleados; la habilitación de opciones de autoservicio para la facturación con el fin de reducir al máximo la confluencia de personas en los puntos de contacto y filas, como facturación online, puntos de autoservicio de equipaje (con etiquetas impresas desde el hogar y autoembarque).
En cuanto al embarque, deberá realizarse con un nuevo diseño de las puertas de acceso, prioridad de embarque para reducir la congestión y limitación del equipaje de mano.
Durante el vuelo deberán usarse protectores faciales para todos los pasajeros y mascarillas para la tripulación; servicio de cabina simplificado y productos de catering preenvasados para reducir la interacción entre pasajeros y tripulación; medidas para evitar la confluencia de pasajeros a bordo, como, por ejemplo, la prohibición de hacer cola delante de los baños y se procederá a una limpieza más profunda y mejorada de la cabina.
En el aeropuerto de destino habrá un control de temperatura por personal cualificado a requerimiento de las autoridades; control automatizado de los controles de aduana a través de aplicaciones para el teléfono y tecnología biométrica; agilización de los reclamos de equipaje para reducir filas y mantener la distancia social y declaración jurada de salud del viajero y seguimiento eficaz de contactos, medidas a tomar por los gobiernos para reducir el riesgo de importar cadenas de transmisión del virus.
IATA destacó la necesidad de que estas medidas sean temporales y se revisen con regularidad, de modo que puedan ser reemplazadas por otras más eficientes o eliminadas en caso de que se vuelvan innecesarias.
IATA puso el énfasis en dos medidas que podrían contribuir a un cambio radical en las medidas de bioseguridad y mejorar el proceso de los viajes aéreos hasta que se encuentre una vacuna.
«No existe una única medida que pueda reducir por sí misma el riesgo y garantizar una reanudación segura de los vuelos; pero con un conjunto de medidas globales estratificadas y reconocidas mutuamente sí podemos conseguirlo. Esta es la mayor crisis de la historia de la aviación. El enfoque multinivel ha demostrado su eficacia en materia de seguridad integral y operacional. Y debe ser también el camino a seguir en aras de la bioseguridad», dijo Alexandre de Juniac, director General y CEO de IATA.