El Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat tiene 14 proyectos de viviendas listos para cuando se habilite la actividad tras el aislamiento social por la pandemia de coronavirus, y la ministra Maria Eugenia Bielsa destacó el interés del sector privado, cooperativas y mutuales en llevar adelante las obras asociados con el Estado.
En una entrevista con Télam, Bielsa remacó el rol de la construcción para la recuperación de la economía, el cambio social hacia una “economía al servicio del ser humano”, así como la readaptación de las políticas a nuevas formas de trabajo “que llegaron para quedarse”.
– ¿Cómo está trabajando hoy el Ministerio?
– Nosotros en realidad seguimos trabajando normalmente, respetando la cuarentena, hemos avanzado mucho en el trabajo a distancia. Claramente estamos en un nuevo momento y quien lo entienda podrá dar respuestas más ágiles. Estamos en una situación que no tiene recetas, porque tiene un condimento distinto: el aislamiento.
Si logramos ser consistentes en las decisiones, que se han ido tomando, los argentinos podemos encontrarnos en una situación de recuperar la autoestima por lo que hemos hecho juntos. Esto no es la política de un gobierno, sino la decisión de una sociedad.
– ¿Cuál es el foco en la gestión ministerial?
– Seguimos con los programas en curso; aunque sabemos que están detenidos, pero revisamos certificados, pagamos; movilizando todo lo que se puede movilizar. De modo que cuando salgamos de esta situación se puede volver a la normalidad rápidamente.
Todos los procesos se hacen vía virtual; adecuamos una cantidad de programas para nuevas necesidades, de rápido impacto; que lleguen a localidades más pequeñas donde no hay o hay poco infectados. Desarrollamos protocolos en conjunto con Salud y Transporte, y mantenemos reuniones con todos actores del sector, para recibir inquietudes y ver cómo podemos responder.
También hemos estado hablando con gobernadores e intendentes, y tenemos reuniones semanales con la Comisión Nacional de la Vivienda, porque hay situaciones atrasadas con programas que se habían puesto en práctica.
– Dijo que se siguen pagando certificados de obra, cómo está la cadena de pagos en esta coyuntura?
– Hemos seguido pagando. Todavía no recibimos los certificados de obra de los primeros días de marzo, pero todo lo que está en condiciones de ser pagado, que no tiene problemas técnicos, se paga. Llegamos al Ministerio con un déficit de $6.000 millones, se han ido pagando.
– ¿Cuál es la prioridad cuando se permitan las obras?
– Hay dos temas que vamos a iniciar: la integración de barrios populares, ya tenemos 14 proyectos para avanzar ni bien tengamos luz verde; y el programa nacional de suelos, una importante innovación en Argentina que viene a complementar el programa Procrear, y otros programas que están dentro de la Secretaría de Hábitat.
Estos proyectos no tienen una contraposición de trabajo y salud. Encontramos una vocación de los sectores que tienen recursos, tanto mutuales como sectores privados, para trabajar en asociación con el Estado para la construcción de viviendas.
– ¿Hay nueve provincias en las que ya se autorizó la obra privada?
– Esto nos va a permitir ir haciendo ajustes, porque veremos que en las obras no se superpongan los horarios de los trabajadores; hay propuestas de trabajar a la mañana en tareas comerciales y a la tarde en las obras. Para que el transporte público se pueda utilizar manteniendo la distancia social.
Estas habilitaciones son para San Juan, Misiones, Neuquén, Santa Cruz, Entre Ríos, Salta, Mendoza, La Pampa y Jujuy.
– Mucha mano de obra de la construcción habita en barrios vulnerables que hoy cumplen aislamiento barrial, dónde también hay casos detectados de contagio. Esto influye en la decisión de habilitar obras?
– En una de las áreas que más impacta la construcción en generación de empleos es en los barrios populares porque paradójicamente quien sabe construir probablemente no haya tenido la oportunidad de tener una vivienda digna.
Claramente esto del aislamiento barrial, tiene que ver con las posibilidades que brindan los barrios populares. Todos sabemos que hay una condición de hacinamiento, no lo descubrimos con la pandemia.La situación de aislamiento que se propone hay que adecuarlas a la realidad. Hasta ahora hay nueve casos en los asentamientos.
– ¿Habrá recursos del Estado para invertir en programas de integración de los barrios populares?
– En lo que respecto a la acción del Ministerio los programas ya tienen un financiamiento acordado. Durante enero y febrero trabajamos un financiamiento ante la CAF, que es un financiamiento firme, dentro de las posibilidades que ha tomado el país. Otro financiamiento del BID, más recursos federales, más el impuesto PAIS, todo va al Programa de integración de Barrios Populares.
Ya ha dicho el Presidente que la construcción va a estar presente en la recuperación de la crisis. Además, cuando creó el Ministerio separó Hábitat de Infraestructura porque cree en el potencial de la vivienda, la federalizacion de los programas, su efecto multiplicador en la economía.