Skip to main content


Estados Unidos planea iniciar en los próximos días el tratamiento con el antiviral Remdesivir a algunos de sus pacientes graves infectados de coronavirus, aseguró hoy el fabricante de ese fármaco.

El medicamento, recién aprobado por la vía rápida para su uso en Estados Unidos, podría llegar mañana o en los siguientes días a los primeros pacientes de coronavirus fuera de ensayos clínicos en el país, informó la agencia de noticias EFE.

El Remdesivir, que se administra por vía intravenosa, comenzó a desarrollarse en 2009, se probó sin demasiado éxito en pacientes infectados con el virus del ébola la pasada década y fue aprobado en Estados Unidos para su uso contra el Covid-19 el pasado viernes, mediante una «autorización de emergencia» de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Su fabricante, la farmacéutica estadounidense Gilead, planea exportar el antiviral a otras naciones que le den luz verde.

«Pretendemos que llegue a los pacientes (en EE.UU.) a principios de esta semana», dijo Daniel O’Day, el consejero delegado de Gilead, durante una entrevista este domingo con la cadena CBS News.

La farmacéutica, con sede en California, donó al gobierno estadounidense «todo su suministro» de Remdesivir -1,5 millones de frascos- que pueden servir para completar «100.000 o 200.000 tratamientos, dependiendo» de si el fármaco se administra «durante cinco días o diez días», precisó O’Day.

Gilead adelantó que confía en tener «varios millones» de rondas de tratamiento disponibles para finales de este año.

«Nuestra donación estará disponible para pacientes aquí en Estados Unidos y en todo el mundo, a medida que otros países tomen decisiones regulatorias» sobre el uso del Remdesivir, indicó O’Day.

La Casa Blanca no se pronunció por ahora sobre la posibilidad de que la farmacéutica exporte parte de esa cantidad del medicamento.

Esa terapia experimental se reservará para los pacientes en estado grave, algo que la FDA define como la necesidad de asistencia para respirar, y su distribución la decidirá el gobierno federal basándose en «cosas como las camas en unidades de cuidados intensivos», señaló O’Day.