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Una mamá que había denunciado presuntos abusos sexuales de sus dos pequeños hijos por parte del padre cuestionó la decisión de una Fiscalía de la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz, que archivó las causas aplicando criterios basados en el falso Síndrome de Alienación Parental (SAP), considerado anticientífico por la Defensora Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes.

La Defensora Nacional de los Derechos de las Nias, Nio y Adolescentes emiti un informe donde asever que el SAP «es absolutamente anticientfico, no reconocido ni validado por ninguna autoridad de salud».

Florencia M. manifestó a Télam que desde hace varios años viene “luchando incansablemente para que se haga justicia sobre el terrible ultraje sexual y psicológico” que padecieron sus dos hijos, quienes hoy tienen 6 y 7 años.

La mujer, que hasta abril del año pasado residía en Villa Carlos Paz y luego se instaló en la ciudad de Trelew, en Chubut, se separó de su marido en 2014 con un embarazo de cuatro meses y, mediante acuerdo judicial, se estableció un régimen de visitas para el padre.

Florencia relató que en 2017 se presentó la primera denuncia sobre un presunto abuso sexual hacia el mayor de sus hijos, de cuatro años entonces, a partir de sugerencias de una pediatra al analizar “lesiones en los geniales, además de conductas sexualizadas y erotizadas” del niño.

Esa denuncia fue desestimada por el fiscal Ricardo Mazzuchi y, en instancia de apelación, se aceptó la oposición al archivo de la causa planteada por la representación legal de la mujer, y se giró el expediente a la fiscal Jorgelina Gómez.

Posteriormente, se sumaron otras dos denuncias, en donde Florencia ya sindicó a su exesposo, padre de los chicos, como el presunto autor de abuso sexual, con el aporte de elementos probatorios sobre los “comportamientos sexualizados y erotizados” advertidos por docentes y directivos del establecimiento educativo donde concurrían los hermanos.

En esa oportunidad, la Justicia revocó el régimen de visitas al progenitor y ordenó la restricción de acercamiento.

La semana pasada, la fiscal Gómez resolvió archivar las tres causas con el argumento de que no se logró determinar la existencia de los abusos sexuales y que la denunciante tiene “inclinación a la fabulación”.

El abogado Claudio Bonetto, quien representa a la mamá de los chicos, contó a Télam que planteó la “oposición” a los archivos y también la “nulidad” a todas las pericias psicológicas, además de las entrevistas en Cámara Gesell que les realizaron a los chicos.

Asimismo, sostuvo que lo que hizo la fiscal Gómez es “aplicar indirectamente el SAP, un método que está rechazado por toda la comunidad científica mundial y es la afrenta más grande a los derechos del niño”.

“En la Justicia hay dinosaurios que aplican el SAP de manera directa, con la idea de que la madre despliega un de inducción a los chicos en contra del padre”, añadió Bonetto.

“Hay conductas específicas que son de altas probabilidades de abuso sexual”, pero que no son consideradas por las miradas obsoletas y sistematizadas de los peritos del Poder Judicial, reprochó el profesional.

Termonología cuestionada

El término SAP fue creado por el psiquiatra infantil Richard Gardner en 1985 para describir un conjunto de comportamientos que adoptarían los niños supuestamente manipulados psicológicamente por un adulto -generalmente la madre- para mostrar miedo injustificado, falta de respeto u hostilidad hacia otra persona -generalmente el padre y en el marco de divorcios conflictivos o disputas por la custodia.

Su inclusión en los Manuales de Diagnóstico de enfermedades mentales (DSM-IV y CIE-10) fue rechazado sistemáticamente desde el año 1985 hasta el suicidio de Gardner en 2003.

En julio último, la Defensora Nacional de los Derechos de las Niñas, Niño y Adolescentes emitió un informe donde aseveró que el SAP «es absolutamente anticientífico, no reconocido ni validado por ninguna autoridad de salud».

Florencia ya lleva un año y medio de residencia en Chubut, en donde afirma que viven “felices” y espera que se haga “justicia” por los abusos que denuncia, y a su vez coordina el Foro de la Red de la Infancia Robada, con el apoyo de la religiosa Marta Pelloni, de la Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas.