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Once: Reapertura de comercios

El barrio porteño de Once comenzó este miércoles a retomar su ritmo habitual con bajas ventas y mucha gente caminando por sus calles en una esquema acordado entre los comerciantes y el Gobierno de la Ciudad, aprobado por Nación, en el marco de una nueva etapa del aislamiento por el coronavirus.

Tal como sucedió en semanas previas en otros sectores de la Ciudad, este miércoles abrieron los locales de la zona porteña de Once, donde los comerciantes reconocieron que las ventas estuvieron «muy tranquilas» pese a que se vio mucha gente caminando cerca de la Plaza Miserere en la fría tarde porteña.

«Viene todo muy tranquilo en cuanto a las ventas. Nuestros clientes son las personas que están de paso, y al no estar permitido el transporte público hay menos gente», dijo a Télam, Verónica, que tiene su local de ropa de bebés en la avenida Rivadavia y Paso.
«Estuvimos cinco meses con la persiana baja, fue muy duro», relató la vendedora y explicó que pudo «subsistir gracias a la venta online» y al por mayor.

Los locales pueden abrir de 11 a 21 y de acuerdo con la finalizacin del CUIT de los vendedores: pares los das pares e impares los das impares.

Según el esquema acordado entre los vendedores con el Gobierno de la Ciudad, y aprobado por Nación, los comerciantes podrán funcionar día por medio para evitar una alta circulación de personas y mantener el distanciamiento establecido por la pandemia de coronavirus.

Para ello, podrán abrir de 11 a 21 y, de acuerdo con la finalización del CUIT de los vendedores: si es número par están habilitados los días pares, y si es terminación impar, los días impares.

Para los clientes, en tanto, sigue vigente la medida que dispone el permiso para poder realizar una compra en los comercios según el número de DNI.

Hasta que no pase la pandemia la gente no va a venir. Hay muchos contagios y la gente está asustada

Un comerciante

Darío, dueño de un local de ropa de hombre en la avenida Rivadavia al 2700, consideró que «la apertura viene muy bien pero las ventas no están acompañando».

«Se ve gente en la calle, pero se nota que no hay plata. La gente tiene para gastar en lo esencial», se lamentó el comerciante, y precisó que gracias a la venta online de sus productos puede facturar un 30% de lo que vendía antes de la pandemia y que tuvo que acceder al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) para abonar los salarios.

Los comercios funcionan con estricto protocolo. Además, los compradores no pueden probarse ropa.

Los comercios funcionan con estricto protocolo. Adems, los compradores no pueden probarse ropa.

En el barrio, se vieron muchos locales cerrados sobre las calles aledañas a la Plaza Miserere, y de los comercios que estaban abiertos, algunos dejaron pasar a los clientes mientras que otros colocaron mesas en la puerta para atender manteniendo la distancia.

Leticia y Sofía, dos empleadas de un local de ropa femenina frente a la Plaza, sobre la avenida Pueyrredón, contaron que «se la pasan limpiando» las prendas y el piso por las medidas sanitarias dispuestas.

«Cuando llegamos le tiramos sanitizante a todas las prendas y pasamos lavandina hospitalaria varias veces por día en el piso», dijeron las jóvenes, que aseguraron que las ventas «arrancaron muy tranquilas».

Las empleadas explicaron que dejan a los clientes «tocar la ropa» porque les dan «alcohol al 70% cuando entran«, aunque aclararon que «no pueden probarse en el local».

Efectivos de la policía de la Ciudad controlan que todo funcione siguiendo según las medidas sanitarias.

Efectivos de la polica de la Ciudad controlan que todo funcione siguiendo segn las medidas sanitarias.

Sergio tiene su marroquinería en la zona desde hace tres años y aseguró que «nunca» vivió «un momento tan duro».
«Abrímos la tienda online pero no se vendió mucho. Tuvimos que empezar a vender barbijos y alcohol en gel para poder seguir», contó y agradeció que el dueño del local lo ayudó en los primeros meses de la pandemia.

«Acá son muy caros los alquileres, por suerte negocié con el dueño y me dio una mano. De no ser así hubiera tenido que cerrar en el primer mes», aseguró.

El comerciante sostuvo que la apertura parcial de los locales permitida por el Gobierno porteño «no alcanza».

«Entiendo que no se pueda por la situación, pero no nos alcanza abrir día por medio. Tampoco podríamos abrir todos los días ahora por un tema de costos», indicó y agregó que «hasta que no permitan el transporte público y que venga la gente del interior va a estar muy duro acá».

Luego de reabrir los negocios de la zona de Once, el viernes la medida llegará también para los locales de la avenida Avellaneda, en el barrio de Flores, que podrán volver a trabajar desde el viernes próximo, de 11 a 21, pero sin la restricción del número de CUIT.

El lunes 24 podrán reabrir los locales comerciales ubicados en los centros de trasbordo de Retiro, Liniers y Constitución, sin la restricción del CUIT y en el horario de 11 a 21.