Evidencia de distintos casos en el mundo en los que el nuevo coronavirus se encontró tanto en la placenta de la madre como en el bebé y el hallazgo de anticuerpos en el recién nacido a las pocas horas del parto indican que existiría transmisión vertical de la Covid-19, dijo la investigadora argentina Marta Cohen, patóloga pediátrica y perinatal del Hospital Infantil de Sheffield, al norte de Inglaterra.
En declaraciones a Télam, la especialista afirmó que el bebé de la joven que organizó el «baby shower» en Necochea podría ser un ejemplo de que la infección se contrae a través de la placenta, pero remarcó que ello sólo se determinará cuando ésta se estudie en el laboratorio mediante análisis histológicos y virológicos (PCR).
«Se contagian por la sangre materna que llega al bebé a través de la placenta y del cordón umbilical. Las vellosidades (en cuya superficie trofoblástica externa se ha localizado el virus) contienen sangre fetal, y es al nivel de esta cubierta de trofoblasto donde ocurre el intercambio feto-materno», explicó la médica.
Cohen es una de las investigadoras que trabaja para determinar la prevalencia de infección por el virus Sars Cov-2 en la placenta de mujeres que dan a luz en Sheffield, sus características histológicas, virológicas e inmunológicas.
La especialista subrayó que su hipótesis es que «a este nivel ocurre la transmisión viral de la madre al bebé» y aclaró que «si bien aún se está investigando, un análisis publicado en mayo en el Reino Unido detectó que había 5 mujeres con Covid-19 cada 1.000 embarazadas «.
La patóloga aclaró que «sólo 12 (2,8%) de los bebés nacidos de las 427 embarazadas infectadas» de ese país fueron positivos de Covid», señaló que esos niños «pueden ser asintomáticos» y dijo que en algunos casos «pueden nacer antes y en un porcentaje menor morir en el vientre materno».
Aunque apuntó que «su evolución al nacer en general ha sido buena» y que «la mayoría de esos niños fueron dados de alta rápidamente o tuvieron alguna complicación menor».
La especialista argentina rechazó que en esos casos la transmisión haya ocurrido por el canal de parto o, incluso, después del nacimiento al graficar que «los bebés que nacieron con virus o con anticuerpos contra éste han nacido tanto vía vaginal como por cesárea» y aclaró que en algunos casos «la madre dio a luz con las medidas de protección».
En ese sentido, manifestó que «la infección fue responsable del parto prematuro en algunos casos» y expuso que «la mortalidad materna por Covid-19 se estima en 1 de cada 18.000 embarazadas».
La mortalidad materna por Covid-19 se estima en 1 de cada 18.000 embarazadas”
Marta Cohen
Cohen graficó que de 33 niños nacidos positivos en la ciudad china de Wuhan, donde surgió el nuevo coronavirus, «únicamente tres tuvieron síntomas y sólo uno fue serio, posiblemente vinculado al nacer prematuro y con asfixia de parto. Eso confirma que el pronóstico de los bebés que nacen es bueno, aunque algunos embarazos se perderían por no llegar a término».
La especialista precisó que hasta mayo «se pensaba que la transmisión vertical no sucedía porque en Wuhan no se había identificado ningún caso» pero el 30 de abril una embarazada dio a luz a las 19 semanas de gestación en Lausanne, Suiza, «y si bien la placenta estaba infectada, el bebé no lo estaba».
«El 5 de mayo la Universidad de Yale publicó el caso de otra embarazada con Covid-19 que por hipertensión asociada al embarazo y trastornos de coagulación desarrolló una coagulación intravascular diseminada», contó Cohen.
La médica destacó que «se debió abortar el embarazo de 22 semanas para salvar la vida de la madre, ya que la preeclampsia (hipertensión asociada al embarazo) continuaba agravándose» y agregó que luego el análisis de PCR «confirmó la presencia del virus Sars Cov-2 en la placenta y en el cordón umbilical, pero no en el bebé».
«Partículas virales se identificaron en el citoplasma de las células de placenta con microscopía electrónica. Además, el análisis de la placenta bajo el microscopio mostraba cambios asociados a la hipertensión y células inflamatorias que podrían haber sido parte de la respuesta del huésped (paciente embarazada) al virus», especificó.
Para la médica, esos dos estudios inicialmente sugirieron que «si bien no había sido aún confirmado, el Covid-19 podría producir transmisión vertical, similar a la que había sido comprobada en el coronavirus que causó la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo entre 2003 y 2004, y que también fuera transmitido de animales a humanos y había comenzado en Guandong, China en el 2002».
«Los dos bebés de madres con coronavirus eran gestaciones tempranas, con la inmadurez propia de su edad y esto podría haber influido en que no hubiera habido tiempo para la transmisión vertical al bebé», indicó la experta.
Cohen reveló que «hace una semana la Universidad de Chicago publicó los resultados de 16 placentas de mujeres infectadas con Covid-19 que dieron a luz» y afirmó que ese trabajo arrojó como resultado que las placentas «mostraban signos de insuficiencia vascular placentaria, con rasgos vinculados a preeclampsia».
«Ello indicaría más alta incidencia de las complicaciones vasculares en la placenta. Es decir, el virus afectaría los vasos arteriales de la mamá que llegan a la placenta, y en consecuencia ésta puede presentar cambios en los endotelios vasculares que se vinculan con la preeclampsia, tener infartos y afectar así el crecimiento y desarrollo de la placenta y del bebé», dijo.
La médica añadió que «ello significa que tal vez el Covid puede afectar los embarazos produciendo una mayor incidencia de preeclampsia» y contó que se pueden producir «embarazos prematuros, bebés de bajo peso o muerte fetal».
Por otro lado, fundamentó su postura al destacar que el 12 de mayo «un estudio de Wuhan describió el caso de un recién nacido de madre infectada que presentaba anticuerpos contra el virus a las 2 horas de vida, indicando que el bebé estaba ya infectado en el útero materno».
Dos días después, un estudio de Bérgamo, Italia, «demostró la presencia del virus en el hisopado nasal de dos bebés nacidos de madres infectadas» y detalló que los estudios revelaron que el virus «se localizaba en las células del trofoblasto de las vellosidades de la placenta».
«Sin embargo en ciencia todo debe probarse con evidencia, y las investigaciones están aún lejos de concluir», concluyó.