Legisladores porteños de UCR-Evolución presentaron este jueves un proyecto para que los alumnos de los últimos años de primaria y secundaria sean los primeros en regresar a clases, mientras el Ejecutivo analiza con especialistas un protocolo de vuelta a las aulas «en forma segura» y similar al llamado «modelo israelí».
La iniciativa legislativa busca darle prioridad a los alumnos de séptimo grado del nivel primario y a los de quinto y sexto del secundario, según corresponda, dado su carácter de final de etapa».
«El objetivo es que los alumnos que están cursando su último año de primaria o secundaria, puedan regresar lo antes posible a las aulas», dijo el diputado Ariel Álvarez Palma (UCR-Evolución).
Y agregó: «Sabemos que desde el Ejecutivo de la Ciudad están atentos a cuidar la salud psicofísica de los niños en esta época de aislamiento. La experiencia de habilitar las salidas de los fines de semana fue exitosa y demostró que, con los cuidados necesarios, un horizonte de vuelta a clases de manera presencial es posible».
Álvarez Palma fue acompañado en su iniciativa por sus compañeros de Bloque Inés Gorbea, Manuela Thourthe, Leandro Halperín y Diego Weck. quienes conforman un interbloque con el oficialista Vamos Juntos y el Partido Socialista.
El Ejecutivo porteño acelera en tanto las consultas con especialistas para aplicar un protocolo especial para la vuelta a clases, aunque fuentes del Ministerio de Educación porteño dijeron a Télam que «todo está en análisis y que «no hay fecha para el retorno a las clases presenciales».
En primer lugar se proyecta que vayan los docentes, directivos y personal administrativo a las escuelas, dos semanas antes de que se autorice a los estudiantes volver a las aulas.
De acuerdo al proyecto «toma fuerza la idea de avanzar hacia un retorno a las aulas según el modelo israelí», precisaron voceros del Ministerio de Educación porteño.
Esto es, organizando la presencialidad por grupos. El primer grupo asistiría la semana 1, de lunes a jueves, y luego descansaría la semana 2. El segundo grupo asistiría la semana 2, de lunes a jueves, y descansaría la semana 3, donde retornaría el primer grupo.
Según esta propuesta volver de esta forma «significaría un retorno a las aulas con el 50% de la matrícula».
También se analiza una reducción en la duración de la jornada escolar, que podría ser de tres horas, el establecimiento de instancias de nivelación y tutorías, mientras que el ingreso y también el egreso podría ser organizado de manera escalonada cada 10 o 15 minutos y en grupos reducidos.
En cuanto a los micros escolares «deberán viajar dos alumnos como máximo por cada hilera de asientos y todos los alumnos deberán ingresar al establecimiento con barbijo, a excepción de los menores de 6 o 7 años», según el proyecto que se evalúa.
El desayuno y/o merienda se servirá en el aula, los recreos serán escalonados y no se permitirán juegos físicos con pelota ni el ingreso de juguetes a la escuela al tiempo que se limitará el ingreso a los baños de acuerdo a la capacidad.
Además la idea prevé que se le asigne un pupitre y una silla a cada alumno, sin posibilidad de cambio.
Las propuestas se dividen en cuatro mesas de trabajo en las que participan médicos infectólogos y organizaciones como UNICEF, INECO, BID, entre otras.
Las mesas se dividen en Protocolo Sanitario, Organización del Sistema, Propuestas Pedagógicas y Consenso Social para la Vuelta.