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Argentina es un país rico en historia y cultura, con paisajes que han sido testigos del paso de antiguas civilizaciones. Entre sus vastas regiones se encuentran rincones cargados de misterio y legado histórico.

En el norte del país, las montañas y valles esconden secretos milenarios. Un destino poco conocido que ha preservado vestigios de tiempos pasados es el protagonista de esta historia. Este lugar ha sido escenario de importantes eventos que moldearon la cultura del país.

Al recorrer sus calles, el visitante puede sentir la conexión con una era en la que el vasto Imperio Inca extendía su influencia. El entorno, rodeado de naturaleza y montañas imponentes, parece un portal al pasado, donde cada rincón cuenta una historia.

Este pequeño pueblo, con menos de 3.000 habitantes, ha mantenido viva la esencia de sus raíces. Aunque ha sufrido múltiples cambios a lo largo de los siglos, aún conserva huellas de las civilizaciones que caminaron por sus tierras.

Una joya arqueológica en Argentina: la antigua ciudad inca que pocos conocen

Con 464 años de antigüedad, Londres es la segunda ciudad más antigua de la Argentina, después de Santiago del Estero, explica el blog Ahicitonomas. Fundada en 1558 por el español Juan Pérez de Zurita, el pueblo ha tenido varias reubicaciones y nombres hasta asentarse definitivamente a tan solo 15 kilómetros al sur de Belén.

Londres, sobre la ruta 40. Fundada en 1558, es la segunda ciudad más antigua de la Argentina. Londres, sobre la ruta 40. Fundada en 1558, es la segunda ciudad más antigua de la Argentina.

Atravesado por la emblemática ruta nacional 40, se ha convertido en un enclave turístico clave para quienes desean explorar la historia precolombina del país.

Londres no solo destaca por su importancia histórica como una de las primeras ciudades fundadas por los españoles, sino también por su proximidad a un sitio arqueológico incaico. “Se trata nada más y nada menos que del asentamiento aborigen considerado como la capital más austral del Imperio Inca”, describe este blog de turismo y lugares para visitar.

En efecto, a pocos kilómetros del tranquilo pueblo pueden verse los restos del Shincal de Quimivil, lo que alguna vez fue una ciudad inca. Estos vestigios arqueológicos son parte del vasto legado que dejó el Tawantinsuyo, el imperio que se extendía desde el actual Ecuador hasta el centro de las actuales Chile y Argentina.

El sitio arqueológico cercano a Londres es un testimonio de la presencia inca en la región.

Shincal de Quimivil, en Londres, Catamarca. Ruinas de lo que alguna vez fue una ciudad inca. Shincal de Quimivil, en Londres, Catamarca. Ruinas de lo que alguna vez fue una ciudad inca.

Los incas, en su expansión hacia el sur, integraron comunidades locales que estaban bajo su dominio, dejando construcciones y caminos que aún hoy pueden observarse. Estos restos son un recordatorio de la avanzada organización y desarrollo que alcanzó el imperio, incluso en las regiones más alejadas de su capital en Cusco.

Londres y su legado inca representan un capítulo fascinante de la historia de Argentina. Para los amantes de la arqueología y los apasionados por descubrir lugares fuera del circuito turístico habitual, esta pequeña ciudad y sus alrededores ofrecen un recorrido lleno de sorpresas, donde la historia y la naturaleza se entrelazan en cada rincón.

Porque, además de estas ruinas y dos antiguas iglesias ubicadas en el pueblo, recomiendan excursiones al río Quimivil y a El Chorro, una cascada donde el agua cae desde ocho metros de altura.


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