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A poco de cumplirse dos meses del decreto que estableció el 19 de marzo pasado el aislamiento social, preventivo y obligatorio, los casos de coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires comienzan a aparecer con virulencia en medio de una flexibilización de la cuarentena que aún deja dudas.

En tanto, sigue sin existir un protocolo específico para los barrios vulnerables y las personas en situación de calle, mientras las necesidades básicas como el acceso al agua y la seguridad alimentaria en algunos lugares no están cubiertas.

Muiños -autora de diferentes proyectos para luchar en el distrito porteño contra la pandemia- analizó que “hay muchos fallos organizativos” en la gestión de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Horacio Rodríguez Larreta, que “hacen que las acciones lleguen tarde, siempre después de la Nación, y mal”.

“Todas las medidas que se toman deberían estar regidas por la política sanitaria y no lo están”, disparó.

“Al revés de la decisión que tomó el presidente Alberto Fernández quien dispuso que todas las acciones estuvieran delineadas en pos de la política sanitaria, y donde es fundamental la opinión del ministro de Salud, Ginés González García, esto no es replicado en la Ciudad. Por eso las medidas no alcanzan”, dijo.

Por lo que consideró que se “debería cambiar el eje a la hora de definir una política propia para el distrito que permita resolver problemas básicos” para luchar contra la pandemia.

Entre esos problemas básicos, la legisladora citó la importancia de “delinear un protocolo para los barrios vulnerables y las personas en situación de calle -segmento de la población que ha crecido desde la emergencia sanitaria pero en particular la última semana-”.

De la misma forma, se refirió a la falta de “seguridad alimentaria” y a la imposibilidad de que las personas que viven en barrios vulnerables “cumplan la cuarentena como corresponde, si por ejemplo, tienen que salir a buscar comida o cajeros automáticos, o algo tan básico como el agua”.

Muiños había presentado proyectos desde antes del inicio del aislamiento, en los que se contemplaba, por ejemplo, el retiro de los niños de las escuelas para evitar los contagios. También propuso, una vez desatados los casos positivos, la instalación de “unidades febriles de urgencia y aislamiento en las villas”.

La idea fue recogida en un formato similar recién ayer por el gobierno porteño que informó que instaló “postas sanitarias” algo que la legisladora consideró “acertado”.

Muiños contó que la idea de su proyecto surgió con la premisa de “instalar una unidad antifebril en los accesos a cada barrio porque hasta ahora, cuando aparecía alguien con síntomas, los mandaban al hospital más cercano, con lo que estaban mandando a un positivo a contagiar a un nosocomio”.

“El objetivo debiera ser detectar el caso dentro del barrio, y que esa persona se pueda quedar en su casa, para lo cual debería contar con todos los servicios necesarios para atravesar la cuarentena”, insistió.

La legisladora sostuvo además que en un contexto de flexibilización de la cuarentena general es preciso también “asignar recursos humanos para que ordenen por ejemplo las ferias donde compran las personas que viven en las zonas vulnerables”.

Muiños manifestó que, tal como citó en su discurso pronunciado durante el tratamiento de la Ley de Emergencia Sanitaria de la Ciudad -al que el bloque del Frente de Todos se opuso porque la norma no estipulaba el destino de los fondos -, “hay muchos legisladores que todos los días se ocupan de que lleguen alimentos a los barrios populares, de tramitar que no les falte el agua e incluso muchos diputados del oficialismo se cargaron al hombro recibir a los repatriados, instalarlos en hoteles y servirles comida” algo que “es ocupación del Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires” y pese a que destacó la actitud de los legisladores, puntualizó que ellos “no están para esconder lo que el Estado no hace”.

Muiños sostuvo además que teniendo en cuenta que “la Ciudad de Buenos Aires es uno de los epicentros de mayor contagio del virus” cobra fuerza la necesidad de elaborar un “programa de asistencia integral al cual se destinen los recursos necesarios para asistir a personas físicas, organizaciones, cooperativas y mutuales que se encuentren directamente afectadas por la pandemia”, tal como reza en otra de sus iniciativas acompañada por la firma de los legisladores Claudia Neira, Santiago Roberto, Manuel Socías y Matías Barroetaveña.