Skip to main content

La economía de los Estados Unidos se contrajo 4,8% en el primer trimestre, su mayor baja desde la crisis financiera de 2008, como consecuencia de las medidas de confinamiento, surgidas a partir de la pandemia del coronavirus, informó hoy el Departamento de Comercio.

El PBI disminuyó a una tasa anualizada de 4,8% en el primer trimestre, la mayor caída desde la crisis financiera de 2008-2009, cuando en el cuatro trimestre de 2008 se hundió 8,4%.

Los hogares redujeron drásticamente las compras de vehículos de motor, muebles, ropa y calzado y los ingresos por transporte, alojamiento en hoteles y servicios de restaurante también se desplomaron.

La economía había crecido a una tasa de 2,1% en el cuarto trimestre, estaba en su undécimo año de expansión, la serie más larga registrada.

La Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio dijo que aunque no podía «cuantificar los efectos completos de la pandemia, la Covid-19 había contribuido en parte a la disminución del PIB en el primer trimestre.

La oficina dijo que la orden de «quedarse en casa» en marzo habían «llevado a cambios rápidos en la demanda, ya que las empresas y las escuelas cambiaron a trabajo remoto o cancelaron operaciones, y los consumidores cancelaron, restringieron o redirigieron sus gastos».

La fuerte contracción del PBI, junto con el desempleo récord, podría acumular presión sobre los estados y los gobiernos locales para reabrir sus economías.

El gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, cayó a una tasa del 7,6% en el primer trimestre, la mayor caída desde el segundo trimestre de 1980, después de crecer a un ritmo del 1,8% en el período octubre-diciembre .

Las importaciones se redujeron a una tasa del 15,3%, la mayor disminución desde el segundo trimestre de 2009, lo que condujo a un déficit comercial más estrecho, que contribuyó a amortiguar la caída del PBI.

La inversión empresarial se contrajo a una tasa del 8,6%, la más fuerte desde el segundo trimestre de 2009. Eso marcó la cuarta caída trimestral consecutiva en la inversión y reflejó la disminución en el gasto en equipo, particularmente en transporte.

La caída del PBI de los EE.UU. no muestra el impacto devastador de la crisis del coronavirus en la economía. Aunque la epidemia se expandió con fuerza desde enero, la economía tuvo un desempeño positivo en enero y febrero, y solo a mediados de marzo cuando se empezaron a imponer las órdenes de confinamiento en la práctica mayoría del país, se empezó a congelar la actividad económica.

En apenas dos semanas, desapareció el crecimiento del comienzo del año.

El dato confirma que los EE.UU. entrarán en recesión -dos trimestres seguidos con caídas del PBI-, con la duda de cuánto se extenderá.

El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, aseguró esta semana que la economía estadounidense «rebotará con fuerza» a partir del verano.

El presidente Donald Trump, por su parte, pronosticó que el tercer y el cuarto trimestre serán «fenomenales» y el año que viene, «increíble».