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¿Qué es el grooming?

María Zysman, licenciada en psicopedagogía y especialista en acoso virtual

“Con la pandemia los casos de grooming aumentaron mucho. Los chicos están más conectados y los pedófilos lo saben”, advierte María Zysman, licenciada en psicopedagogía y especialista en acoso virtual. La señal de alerta ya sonó en los despachos oficiales y el gobierno apura la puesta en marcha de un programa de concientización y visualización de este flagelo.

Después de casi cinco meses de asilamiento preventivo para responder a la pandemia desatada por el COVID-19 la presencia de niños y adolescentes en Internet y en las redes sociales creció exponencialmente. Por estudio, ocio o falta de alternativas aumentó la presencia virtual y con ella algunos peligros ya existentes.

“Internet les da a acosadores y pedófilos una cancha mucho más amplia para acceder a sus víctimas”, asegura Zysman en diálogo con Télam y subraya que “van a las redes que usan los chicos, a los grupos, a los juegos; todo lo que convoca a niños y adolescentes es un espacio donde el acosador se siente especialmente cómodo”.

En este contexto la experta califica como “fundamental” la elaboración de una agenda de trabajo para enfrentar esta problemática y que permita articular al sector público, al privado y a organizaciones no gubernamentales, en línea con la campaña que está impulsando el Ministerio de Educación de la Nación.

Internet les da a acosadores y pedófilos una cancha mucho más amplia para acceder a sus víctimas

María Zysman

Redes y vulnerabilidades

El grooming es la acción por la cual un adulto se acerca a un niño o a un adolescente para establecer un vínculo de confianza que le permita obtener material que tiene que ver con la sexualidad, ya sean imágenes, videos o vínculos que colaboren con fantasías perversas.

“Los pedófilos son muy hábiles para generar confianza. Se presentan como menores, como iguales (‘a mi me pasa lo mismo que a vos’, ‘yo también me peleo con mis padres’), y van estableciendo, muy rápidamente, empatía con sus víctimas para ir pidiendo algo, que al principio es ‘muy chiquito’: ‘mostrame lo que tenés puesto’, ‘mostrame el ombligo’”, explica Zysman, quien también es directora de la Asociación Civil Libres de Bullying.

Campaña para luchar contra el grooming.

Campaña para luchar contra el grooming.

La especialista agrega que “una vez que tienen eso van avanzando y son ellos los que muestran material, seguramente robado de otras cuentas, para a partir de allí ir pidiendo cada vez más. Si el niño se asusta, o dice no, empieza la extorsión”, agrega.

“Es importante – destaca- que los chicos aprendan que mucha información la dan sin querer, desde filmarse o hacer tiktoks con el uniforme del colegio; hay muchas maneras de dar información que los chicos no consideran. Esta es la forma en que los pedófilos después pueden convocarlos, hablándoles de cosas que ellos mismos les dijeron sin saber”,

Autora de “Bullying. Cómo prevenir e intervenir en situaciones de acoso escolar” (2014) y “Ciberbullying, cuando el maltrato viaja en las redes” (2017), Zysman pide a los adultos estar atentos en el uso de los dispositivos por parte de niños y adolescentes.

“Desde los padres hay que acompañar, cuidar y estar. Ni el extremo de prohibir, porque no sirve, ni desentenderse y permitir cualquier cosa. Desde los chico, en las redes hay que ser desconfiado, no estar nunca seguro de quien es el que está del otro lado. Hay que enseñar esto, y a pedir ayuda”.

Dispositivos, cuidados y señales

La competencia en el uso de los dispositivos y de las redes, tanto de los padres como de los chicos, es clave para prevenir el acoso virtual y también para combatirlo.

Zysman advierte que “cuando los padres les dan un dispositivo a su hijo tienen que saber que lo más probable es que este se vea en alguna situación turbia. Puede ser el contacto con un pedófilo o videos donde de golpe aparecen escenas de sexo explícito”.

Zysman: “Los pedófilos son muy hábiles para generar confianza"

Zysman: “Los pedófilos son muy hábiles para generar confianza»

La experta sugiere medidas concretas, como enseñarle a los chicos las medidas de seguridad que se pueden adoptar en dispositivos y aplicaciones y a configurar las cuentas para que si otro usuario los quiere etiquetar, ver su material o seguirlo, tenga que pedir permiso.

“Además –agrega- hay que enseñarles que ante algunas señales deben pedir ayuda inmediatamente. Por ejemplo, si alguien les dice ‘no cuentes que hablás conmigo’ o ‘mantené en secreto nuestra conversación’. También si sienten asco, miedo o repulsión. Son todas señales para pedir ayuda”.

Zysman recuerda que “los padres también tienen que saber que a veces los chicos acceden a ciertos contenidos de casualidad y no porque los hayan buscado deliberadamente”.

“Muchas veces los chicos se encuentran con material que les genera rechazo, entonces sienten culpa y no lo dicen. Entre la culpa, la vergüenza y el silencio tenemos el terreno ideal para los pedófilos”, concluye.

Qué hacer ante el acoso

El grooming es un delito y los expertos coinciden en la necesidad de que sea denunciado. Sin embargo a veces esto no es tan sencillo, ya sea por falencias del sistema judicial o por las dificultades que deben sortear las propias familias de las víctimas. 

Además de hacer la denuncia hay que guardar las pruebas, el material, pero no responder ni reenviarlo

María Zysman

“Además de hacer la denuncia hay que guardar las pruebas, el material, pero no responder ni reenviarlo. Si yo veo que mi hijo tiene una foto de otra persona no tengo que mandársela a una amiga para mostrarle lo que pasó, ya que estoy siendo parte de la cadena de envío del material”, sugiere Zysman.

También pide “desculpabilizar a los chicos”. “Por edad y por etapa de la vida los chicos son presa fácil pero no culpables. Hay que estar a disposición de ellos para lo que necesiten, para hablar, para llorar, para enojarse, para lo que sea”.

La especialista sugiere “revisar con ellos qué puede haberles dado confianza en el acosador, detectar cómo funcionó el engaño. Esto es para que sepan cómo cuidarse de ahí en más, ya que nadie puede estar al lado de los chicos todo el tiempo que están en Internet”.

Políticas públicas

“Todas las violencias circulan más cuando están silenciadas. Dar voz no es solamente para que hable quien está victimizado sino para que sepa que eso no está bien, porque muchas veces la creencia es esa: si nadie habla está todo bien, la culpa la tengo yo”, señala Zysman, quien realiza talleres sobre las distintas formas de violencia sobre la niñez desde hace más de dos décadas.

“En tanto se hable, se hagan campañas, sea tomado por el Estado, uno dice ‘bueno, esto es un problema’, esto no está bien, esto que le está pasando a mi hijo, a mi vecino, a mi sobrino, está mal y tengo a dónde ir a denunciarlo”, agrega.

El martes pasado el ministro de Educación, Nicolás Trotta, junto con el secretario de Medios, Francisco Meritello, y la gerenta general de Educ.ar, Laura Marés, mantuvieron una videoconferencia con la referente de la ONG Mamá en línea, Roxana Domínguez, y autoridades de medios de comunicación del sector privado para darle «una fuerte difusión a la campaña de concientización para combatir el grooming“.

Entre las líneas de acción que impulsa el Estado se encuentran: incluir la temática del grooming en emisiones radiales y televisivas como así también en cuadernos de ESI; distribuir material destinando a docentes; realizar campañas a través de los medios de comunicación; realizar “vivos” en las redes sociales con especialistas; organizar cursos y charlas en línea, documentales y spots publicitarios; y contar con líneas de asesoramiento y denuncia.

“Me parece importante que cuando se hace una campaña de concientización y visibilización estén las herramientas para recibir las denuncias y tener acciones consecuentes con esa denuncia. Por ejemplo, si yo habilito un canal de denuncias tengo que tener prevista la estrategia para actuar”, propone Zysman.

Además, recomienda que “desde el Estado tiene que haber también un cuidado a la familia y a los docentes, que muchas veces no saben qué hacer con el universo de las redes. Si Estado lo toma como propio está demostrando que es un problema de todos, que es un problema de época”. 

Alzar la voz

Los expertos destacan que la necesidad de hacer visible aquello que opera en la oscuridad luminosa de Internet, en el silencio vergonzante, en la estigmatización que muchas veces convierte en culpable a la víctima. En definitiva, hacer visible lo que no suele serlo.

Para Zysman “hay que quitarle la culpa a los chicos, tener una mirada sin estigmatizar, sin etiquetar, sin acusar a las familias. Esto no ocurre porque una mamá o un papá son malos”.

Hay que manejarse acorde a la edad de los chicos, siempre con presencia y acompañamiento

María Zysman

“Todos los adultos –agrega- dudan sobre qué darles y qué no a los chicos, o si uno tiene que revisar el celular de su hijo o no. Son preguntas que están presentes desde hace años. Creo que hay que manejarse acorde a la edad de los chicos, siempre con presencia y acompañamiento”.

Algo similar ocurre con la denuncia de los casos de grooming. Zysman cree que “hay distintos niveles, casos que se denuncian y muchos que no, por miedo o por vergüenza o por las consecuencias misma de la denuncia”.

La especialista suma un dato alarmante: “El 90% de los chicos, en todos los talleres que yo vengo haciendo desde hace 20 años por todo el país, tuvieron algún tipo de contacto con alguien que los hizo sentir mal. O porque les apareció una foto que no querían o porque les hablaron desconocidos y sospecharon, pero no siempre se animan a contarlo”.

El crecimiento exponencial de niños y adolescentes en Internet supone también una oportunidad. La posibilidad de mostrar aquello que no siempre se ve. Y sobre lo que no siempre se quiere hablar. Ver, escuchar, hablar. Y decir. Para que el oprobio no crezca en el silencio.