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Santoro afirma que las ltimas declaraciones de Mauricio Macri y Elisa Carri buscan «meterle miedo a la sociedad».

El legislador porteño del Frente de Todos y asesor presidencial, Leandro Santoro, afirmó que «un sector de la prensa hegemónica y de la oposición más radicalizada» trata de transformar en «demandas indefinidas al Gobierno» el «malestar social producido por la recesión heredada» y por la crisis económica que sumó la pandemia de coronavirus.

Corte Suprema

En diálogo con Télam, Santoro analizó también que la Corte Suprema decidió «jugar políticamente» en las últimas semanas al aceptar el per saltum de los jueces con sus traslados suspendidos, Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli, debido a que en ese planteo es «evidente» que «no hay ni situación de excepcionalidad, ni emergencia, ni riesgo institucional, ni nada que se le parezca».

Consultado sobre si la decisión del máximo tribunal se encuadra en una contraofensiva por la reforma judicial que impulsa el Gobierno, Santoro sostuvo: «Siempre existen respuestas corporativas de defensa a los privilegios de cada uno de los sectores de la sociedad».

«En este caso, hay que analizarlo en el contexto de la presión de un sector de la oposición» sobre la Corte Suprema, dijo, que incluyó «desde escraches personales» hasta un «bombardeo periodístico para condicionar sus opiniones y ponerlos en frente del Gobierno».

Aclaró, no obstante, que todavía «es muy difícil definir una posición política y construir un análisis político serio» hasta que el máximo tribunal «no resuelva» sobre la cuestión de fondo.

El rol de la oposición

Además, el diputado porteño consideró que Juntos por el Cambio (JxC) hace un «aprovechamiento político» de la emergencia, pero carece de «coordinación» interna porque le falta «lucidez frente a un fenómeno que no logra entender, que es el peronismo».

Santoro consideró que un sector de la oposición plantea «demandas indefinidas y difusas, que muchas veces son catalizadoras de angustias sociales psicológicas y económicas», como consecuencia de la «angustia» por el aislamiento social y por el temor a «perder el empleo» y la «merma del ingreso salarial» en un contexto de crisis económica y sanitaria por el coronavirus.

«Utilizan este tipo de reclamos hiper-institucionalistas y exagerados como significantes vacíos o hegemónicos que pretenden articular demandas y malestares sociales dispersas en la sociedad como consecuencia de la crisis económica», apuntó el dirigente, sobre los embates opositores contra el presidente Alberto Fernández.

En este sentido, señaló que lo expresado por el expresidente Mauricio Macri y la exdiputada de la Coalición Cívica Elisa Carró en los últimos meses fueron acciones para «recuperar terreno en la oposición» y «meterle miedo a la sociedad argentina» porque «cuando asegurás sospechas sobre la transparencia de los resultados electorales estás sembrando una semilla que no sabés en qué puede germinar».

«Esa actitud de irresponsabilidad se debe básicamente no a un temor genuino que puede tener Macri sino a la necesidad de generar un terremoto político», juzgó.

Con todo, Santoro observó que en Juntos por el Cambio, si bien «hay un aprovechamiento político, no hay coordinación» y opinó que la alianza opositora «todavía no se lamió las heridas que dejó la gestión anterior y hay mucha factura que se están pasando internamente».
«Si hubiese coordinación estaríamos frente a un espacio político más inteligente. Hay personas inteligentes dentro de la oposición, pero no hay una inteligencia colectiva. Hay falta de liderazgo y de visión política. Falta lucidez y además hay desorientación frente a un fenómeno que ellos no logran entender que es el fenómeno del peronismo. No lo terminan de entender», explicó.

La relaciób Alberto Fernández-Rodríguez Larreta

En cuanto a las diferencias entre el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta por la quita del plus de coparticipación que Macri le había concedido a la Ciudad por el traspaso de la Policía, reiteró que «es algo que ya se había conversado» con la Ciudad.

De todas formas, definió como «previsible, lógica y no desproporcionada» la reacción de Rodríguez Larreta por entender que, por un lado, el jefe de gobierno quiere contar con la «mayor cantidad de recursos posibles» y, por el otro, aprovechar «políticamente» esa circunstancia para «nacionalizar su figura».

«El problema no es la reacción que tuvieron en función de la quita de un punto de coparticipación. El problema es la irracionalidad que caracteriza el debate político argentino, donde cada vez que se sube un poco el tono por algún motivo se incorpora una voz más a un coro de extremistas y de posiciones irracionales», opinó.

«Lo que pasa acá es que son muchas voces que están en un tono muy alto, con un discurso muy polarizado, que van a armando una suerte de coro opositor, pero me parece que Larreta hizo lo que cualquiera de nosotros hubiese hecho en esa circunstancia; no me parece de las peores actitudes, comparada con las actitudes de diputados nacionales o de Carrió y Macri», planteó.

Santoro relativizó las posiciones de los intendentes de Juntos por el Cambio, que, dijo, le dieron «prevalencia a sus intereses partidarios» por encima de sus mandatos bonaerenses como beneficiarios de ese traspaso de recursos de la Ciudad a la Provincia de Buenos Aires: «Esto lo quiero desdramatizar porque forma parte del libre juego de la democracia».

«Que hayan tenido una actitud de solidaridad partidaria con Larreta es comprensible. No me parece que haya porque salir a cruzarlos de malos bonaerenses, porque sería muy hipócrita suponer que todos opinamos solamente en función de los intereses del conjunto de la ciudadanía. Uno trata todo el tiempo con los intereses partidarios», indicó.