«Se trata de mostrar cómo los medios contaban los femicidios, la mirada de la sociedad y la responsabilidad concreta de los femicidas», contó a Télam la fotoperiodista Gala Abramovich, autora del proyecto.
Y reconoció que «hoy reflexionaría distinto; creo que hay que visibilizar a femicidas y víctimas, o a nadie».
En el periodo elegido por ella para su trabajo hubo 33 femicidios en esa zona del conurbano, «pero no pude conseguir las fotos de todos», aclaró sobre su tarea insistente y artesanal para reconstruir las historias.
Inició con los femicidios de 2013 porque comenzaba a regir el cambio en el Código Penal que, a fines del año anterior, incorporó para homicidios el agravante por «razones de género».
«Uno de los primeros fallos con la reforma del Código se dio en La Matanza, donde yo vivía. Fue complejo tener los datos. Compare con datos de ONGs, de organizaciones del territorio, tuve acceso a abogadas de las familias de las mujeres», relató sobre su investigación.
El proyecto que se ve online, en fotolibro y video «fue de irrupción, a nivel político, desde el fotoperiodismo y para pensar que siempre vemos las fotos de las víctimas y no de sus victimarios. Insisto, hoy pienso distinto: no debería parecer ninguno o ambos».
Todos los femicidas retratados tiene condena, algo que iguala su trabajo con el de sus colegas Daiana Valencia y Celeste Alonso (ver cartelera Femicidas-Fotoperiodistas).
La profesional resumió los ejes de su iniciativa: «Los territorios, sus huellas, la responsabilidad social y mediática, mostrando que el patriarcado está en todos lados».
Abramovich decidió llamar Largo Aliento a su trabajo «porque cuando estaba cursando fotoperiodismo se hablaba de trabajos de largo aliento. También para mostrar el largo aliento de las víctimas, el último, y que es largo porque son muchas».
Su proyecto puede verse en https://abramovichgala.wixsite.com/galafotografia/largo-aliento-femicidios