Todos los gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, con excepción del puntano Alberto Rodríguez Saá, firmaron una solicitada publicada hoy en apoyo al gobierno nacional en el proceso de reestructuración de la deuda externa.
Se trata de la deuda emitida en divisas bajo legislación extranjera, por un monto estimado en alrededor de US$ 67.000 millones.
En el texto, difundido de cara al vencimiento del plazo para que los bonistas acepten o rechacen la oferta, previsto para el viernes, los mandatarios destacaron la necesidad de «hacer el mayor esfuerzo posible y dar todo el apoyo para que Argentina pueda redefinir sus compromisos de forma sostenible de modo de poder cumplir con sus obligaciones y evitar la cesación de pagos o default”.
En ese sentido, los gobernantes -de distinta extracción política- reafirmaron que “en un contexto mundial adverso y de alta incertidumbre por el impacto del COVID-19, la República Argentina procura ante la comunidad internacional un plan de pagos sustentable y creíble, hecho con seriedad, en base a la capacidad de pagos del país, tanto en el corto como en el mediano y largo plazo, desterrando cualquier tipo de especulaciones”.
La solicitada está firmada por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y por los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Jorge Capitanich (Chaco), Mariano Arcioni (Chubut), Juan Schiaretti (Córdoba), Gustavo Valdés (Corrientes), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Rodolfo Suárez (Mendoza) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones).
También por Omar Gutiérrez (Neuquén), Arabela Carreras (Río Negro), Gustavo Sáenz (Salta), Sergio Uñac (San Juan), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Omar Perotti (Santa Fe), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Juan Manzur (Tucumán).
El único que no firmó este respaldo al gobierno nacional por la renegociación de la deuda externa fue el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá.
En otro apartado del texto, los mandatarios señalaron su «responsabilidad es construir un gran consenso político, económico y social que nos permita cerrar con los desencuentros del pasado para lograr una Argentina unida en base a las políticas de Estado que perduren para las futuras generaciones”.
El proceso de reestructuración de la deuda sumó en las últimas semana el apoyo de empresarios, académicos, economistas y organismos internacionales, mientras que los principales grupos de acreedores mantienen una posición negativa hasta el momento.