Skip to main content

Las recomendaciones realizadas por el Ministerio de Transporte incluyeron, como prevenciones ante la pandemia de coronavirus, el uso del transporte público «solo en caso de no poder trasladarse en automóvil, moto, bicicleta o caminando», y los conductores de colectivos adoptaron medidas preventivas en el trabajo y al llegar a sus hogares para protegerse de potenciales contagios.

Los choferes de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que trabajan durante la pandemia salen a la calle con cierto temor ante un posible contagio y por exponer a sus familias al Covid-19.

«Salgo a trabajar porque no queda otra, pero me quedaría en casa», dijo a Télam Fernando Cuevas (50), conductor de la línea 152, que une el barrio porteño de La Boca con la localidad bonaerense de Olivos.

Cada vez que Fernando vuelve a su casa toma medidas de prevención e higiene: su esposa le deja un par de ojotas y una salida de baño en el garaje y él, al entrar, se saca la ropa, se ducha, se cambia y recién al salir del baño saluda a su familia.

Salgo a trabajar porque no queda otra, pero me quedaría en casa

Fernando Cuevas, conductor de la línea 152

Recomendaciones

Tras la extensión de la cuarentena, el Ministerio de Transporte hizo nuevas recomendaciones a la población. Entre ellas figura usar el transporte público «solo en caso de no poder trasladarse en automóvil, moto, bicicleta o caminando».

También aconsejó diversas conductas a los usuarios que, «por ser personal esencial y exceptuado en la pandemia del Covid-19» se trasladan durante la cuarentena, como mantener una distancia de 1,5 metros entre ellos, dejar un asiento vacío de por medio y usar tapabocas.

Algunas de estas recomendaciones y medidas oficiales se impusieron aún antes de la cuarentena por voluntad de los conductores, que ya intentaban protegerse.

«Con algunos compañeros tomamos, antes de la cuarentena, la precaución de no dejar sentarse a nadie en el primer asiento. Y cuando ya se hablaba de una posible cuarentena obligatoria, la empresa clausuró los dos primeros asientos», contó a Télam Érica Borda (49), conductora de la línea 130, que une la localidad bonaerense de Boulogne con el barrio porteño de La Boca.

El distanciamiento social en los colectivos es posible porque la demanda de usuarios disminuyó notablemente y la oferta de servicios se mantuvo en «más de un 80 por ciento», dijo este jueves el ministro de Transporte, Mario Meoni.

«La cantidad de colectivos está prácticamente a igual nivel que cuando tenemos días pico de trabajo y, sin embargo, estamos en el 17 ó 18% de uso de los mismos», agregó el ministro durante la presentación de un sistema de cámaras infrarrojas que miden la temperatura a los pasajeros en la terminal de Constitución.

Y agregó que la oferta de colectivos, en cambio, «supera el 80%», por lo que «no debería haber inconvenientes en ningún medio de transporte».

También anunció que «se establecerá la obligatoriedad de usar tapaboca en el transporte público en el AMBA», y agregó que «si mantenemos la higiene y la limpieza, podemos administrar mucho mejor esta crisis».

Prevención

Fabián Sansierra (49), chofer de la línea 140, que une Boulogne y el Correo Central, dijo a Télam que toma «todos los recaudos para entrar» a su casa, dejando la ropa afuera y lavándose «constantemente» las manos.

También trata de mantener la distancia adecuada con sus colegas cuando se encuentra en la empresa.

Por último, admitió que le produce «cierto temor» salir a trabajar por él y por su familia, a la que «expone cada vez» que sale a la calle. Afortunadamente, al igual que en la línea 130, en la 140 se desinfectan las unidades «en las cabeceras», contó Fabián.

Sin embargo, Fernando, de la línea 152, no tiene esa misma suerte y, asegura que es él quien limpia el colectivo con lavandina diluida en agua «cada vez que llega a una cabecera».