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El trabajo domstico y de cuidados no remunerados representa un 15,9 por ciento del PIB

Las mujeres lideran el registro de trabajadores y trabajadoras de la economa popular y vieron incrementadas sus tareas vinculadas a servicios socio comunitarios y de cuidados durante la pandemia en la Argentina.

Tlam dialog con la referente nacional del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y Unin de Trabajadores de la Economa Popular (UTEP), Jackeline Flores, y su par en el Movimiento Nacional Campesino Indgena (MNCI) de Santiago del Estero, Deolinda Carrizo, quienes abordaron el impacto de la pandemia y el aislamiento social en las trabajadoras de la economa popular y la agricultura familiar, campesina e indgena.

Segn el ltimo reporte general del Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economa Popular (Renatep), para el 28 de diciembre de 2020 se haban inscripto un total de un milln 750 mil personas, de las cuales un 57 por ciento son mujeres.

«La pandemia lo que provoc en la economa popular fue avasallante porque tuvimos que intentar sostener el trabajo que habamos generado y nos multiplic de tareas», analiz «Jackie» Flores, del MTE.

En tanto, desde la perspectiva de las trabajadoras rurales, Carrizo afirm que «las mujeres que se sostenan econmicamente con la venta durante el ao, que participaban en ferias rotativas o fijas tambin vieron perjudicada su economa».

En este sentido, el informe de Renatep revel que la rama de actividad mayoritaria informada por cada persona inscripta es la de Servicios Socio Comunitarios (32 por ciento de trabajadores y trabajadoras), seguida por Servicios Personales y otros oficios (26 por ciento), Comercio Popular y Trabajos en Espacios Pblicos (13 por ciento), Agricultura Familiar y Campesina (9 por ciento), entre otros.

Carrizo explic que organizaron las producciones que no se vendieron y «se donaron a comedores o a centros que estaban generando una vianda para poder entregar a familias que estaban realmente muy complicadas para el acceso al alimento» en el marco de la pandemia.

El trabajo domstico y de cuidados no remunerados representa un 15,9 por ciento del PIB

«En el caso de Santiago del Estero son 21 los espacios merenderos o comedores que se est viendo para las familias de los pueblos ms chicos», sostuvo.

A su vez, en el informe de Renatep del mes de agosto de 2020, se verific que el 64 por ciento de quienes trabajan en la rama de Servicios Socio Comunitarios son mujeres a lo largo y a lo ancho del pas.

Segn la estimacin realizada por la Direccin Nacional de Economa, Igualdad y Gnero en 2020, el aporte al PIB del trabajo domstico y de cuidados no remunerados (TDCRN) representa un 15,9 por ciento, constituyndose en el sector de mayor aporte de toda la economa.

En esa lnea, la referenta de la UTEP seal que «si no hubiramos estado las organizaciones sociales hubiera sido un desastre el aislamiento y la pandemia».

Subray adems que «nosotras no queremos solamente el reconocimiento poltico para las nuestras, queremos el reconocimiento econmico de ese trabajo que hemos podido generar».

Por su parte, la dirigente del MNCI y flamante directora nacional de Gnero e Igualdad del Ministerio de Agricultura, Ganadera y Pesca, Deolinda Carrizo, explic que, adems de los problemas de circulacin de las producciones debido a las restricciones del aislamiento, «han habido innumerables problemas de tierras, intentos de desalojos a comunidades y familias enteras en distintas provincias durante la pandemia; el caso emblemtico es el de Palpal, con compaeras que han sido detenidas tambin junto con sus compaeros y han estado presas».

Las producciones que no se vendieron "se donaron a comedores o a centros que estaban generando una vianda para poder entregar a familias".

Las producciones que no se vendieron «se donaron a comedores o a centros que estaban generando una vianda para poder entregar a familias».

Asimismo, ambas referentas coincidieron en que la pandemia impact de lleno sobre las mujeres que se vieron obligadas a aislarse con parejas violentas.

«La realidad es que el saldo que nos deja la pandemia es haber perdido compaeras que nos arrebataron la vida, hay una violencia estructural que el Estado nacional todava no responde a eso y no despierta», manifest Flores.

«Nos ha tocado acompaar como organizacin en los distintos territorios a muchas mujeres que se acercan por casos de violencia fsica, creo que tambin por toda la lucha y los derechos que las mujeres tienen, (tambin) muchas han estado denunciando y demandando que se pueda garantizar el derecho a la alimentacin de los nios para que los padres que se han desentendido tengan esa cuestin de cumplimiento judicial» explic Carrizo.


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