El Gobierno de la provincia de Buenos Aires envió seis equipos itinerantes de profesionales de la salud, con médicos terapistas, kinesiólogos y enfermeros, a Neuquén y Santa Cruz para colaborar y transmitir su experiencia en el tratamiento de los casos más graves de coronavirus.
Se trata de 24 profesionales, ya que cada equipo cuenta con un médico terapista, un kinesiólogo y dos enfermeros, que permanecerán en los hospitales de Zapala (Neuquén) y de Río Gallegos (Santa Cruz) por un lapso de entre 15 días y un mes.
La posibilidad de transmitir la experiencia de la pandemia recabada en territorio bonaerense ocurre en momentos en que los casos disminuyeron por décima semana consecutiva en el Área Metropolitana Bonaerense (AMBA) y tuvieron también una leve caída en el interior de la provincia.
En declaraciones formuladas a Télam, el director provincial de Hospitales, Juan Riera, explicó que los equipos itinerantes fueron conformados meses atrás para evitar que los pacientes quedaran desatendidos en caso de que los médicos de las guardias de terapia de alguno de los 80 centros de salud bonaerenses se contagiaran Covid-19.
El funcionario precisó que las autoridades del Ministerio de Salud mantienen encuentros por Zoom de manera regular con sus pares de otras provincias y que en esas reuniones surgió la problemática de la falta de personal de guardia tras el aumento de contagios.
«Les propusimos apoyarlos llevándoles estos equipos por 15 o 30 días, dependiendo de la necesidad, para asistir en las terapias y transmitir nuestra experiencia», precisó Riera.
Los médicos bonaerenses «vienen trabajando desde abril en el conurbano en una enfermedad desconocida, lo cual para ellos es enriquecedor», dijo y aseguró que en la semana llegaron tres equipos al hospital de Zapala y otros tres al de Río Gallegos.
En las provincias, los terapistas bonaerenses cumplen guardias de 24 horas alternándose con los equipos locales.
Lo primero que hacen los sanitaristas es mantener una reunión con la dirección del hospital para analizar la capacidad operativa de cada establecimiento, tras lo cual evalúan la posibilidad de ampliar o liberar camas de terapia intensiva, y trabajan en el manejo de los pacientes para poder estabilizarlos y pasarlos a cuidados intermedios.
En el Hospital de Zapala, el equipo de profesionales logró habilitar 8 camas más de terapia y horas después habían intubado a seis pacientes con coronavirus, una situación crucial para evitar la saturación.
«Llevamos el modelo bonaerense de gestión de camas críticas para optimizar su uso y agilizar el traslado de pacientes de una terapia a la otra, evitando la saturación de los hospitales», dijo Riera.
Ese esquema consiste en el monitoreo en tiempo real de la disponibilidad en las terapias intensivas.
Cada centro de salud bonaerense cuenta con un «gestor de pacientes institucional», que carga los datos de disponibilidad de camas de hospitales provinciales y municipales, tanto públicos como privados, de forma online y en tiempo real, en la Sala de Situación.
Con esa información actualizada, se genera un «ranking» de hospitales para ordenar los traslados según la complejidad de cada paciente.
«Tenemos un semáforo y cuando un hospital tiene entre el 90 y el 100% de ocupación, se activa el sistema integrado de emergencias sanitarias para que de esa terapia se derive a los pacientes más estabilizados», afirmó Riera.
El funcionario sostuvo que ese sistema «descomprime dos o tres camas y ese hospital deja de estar al 90 o 100% y pasa a estar al 60 o 70%» de ocupación.
En esos casos puede liberarse el shock room -espacio destinado a la atención de pacientes que arriban con cuadros que implican riesgo la vida- y pasar directamente a las personas a la terapia intensiva.
El director de hospitales remarcó que el sistema de traslados en territorio bonaerense, cuyo objetivo fue evitar el faltante de camas, «viene funcionando muy bien» y logró evitar la saturación.
«Si un paciente Covid grave no es asistido tiene 90% de posibilidades de morir, pero con respirador y asistencia su mortalidad baja al 50 o 60%; por eso es tan importante que no se atosiguen las guardias», insistió.
Estos lineamientos para ampliar la capacidad operativa de cada centro de salud, lo que permite «reconocerse en una red y circular pacientes dentro del hospital y entre hospitales, rápidamente fueron apropiados por los efectores» neuquinos y santacruceños, amplió.
«Tanto en Neuquén como en Santa Cruz hay mucha demanda y recibieron muy bien a nuestros equipos. La meta es dejar la experiencia instalada para que ellos también puedan sobrellevar la situación», expresó y subrayó la necesidad de ser «solidarios» en momentos como el actual.
«Estamos asistiendo, como corresponde, a las provincia con dificultades. Ello es muy loable por parte de los trabajadores bonaerenses que están cansados porque no pararon desde marzo pero lo hacen con compromiso y dedicación», añadió.
Por el momento, la provincia de Buenos Aires no prevé enviar equipos itinerantes a otras jurisdicciones, pero Riera afirmó que si surgiera la necesidad, se haría ya que «la Argentina debe ser una gran red sanitaria para que a nadie le falte cama si lo necesita».
Por otro lado, contó que se enviaron 40 plasmas de convalecientes a Santa Cruz porque en Buenos Aires hay «muy buen stock y allá se necesita» y dijo que se les recomendó a los profesionales de la salud utilizar ese tratamiento «en pacientes moderados, antes que empiecen con el cuadro severo, porque es cuando surge mejor efecto».
Días atrás, el gobernador Axel Kicillof se refirió al equipo de salud itinerante en su cuenta de Twitter y planteó: «La situación que estamos atravesando nos mostró que la mejor manera de enfrentar la pandemia es si estamos unidos, asistiendo a aquellos que lo necesitan y siendo responsables y solidarios».