El funcionario defendió este lunes el proyecto de emergencia presentado por el Ejecutivo porteño para encarar una caída en los ingresos que se prevén en «80.000 millones de pesos» para el año 2020.
Al participar de una reunión informativa ante la comisión de Presupuesto de la Legislatura, el funcionario explicó que, por el parate económico generado por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, se ha registrado «una caída de la recaudación muy grande, en una parte de marzo, muy fuerte en abril y que se proyecta para adelante».
En ese sentido, dijo que estiman que el 50 por ciento de la caída de 80.000 millones se producirá en «el segundo trimestre» del año.
«En abril, que ya empezamos a tener datos, vamos a tener una variación interanual del 6% en términos nominales, lo que te deja 40 puntos por debajo de la inflación», añadió.
Por ello, dijo que la Ley de Emergencia, que de ser aprobada tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre, es un «instrumento necesario para transitar esta pandemia y emergencia a la vez».
La extensión de las medidas se debe a que se espera que «la economía vuelva a su sendero anterior» con posterioridad a la superación de la cuarentena.
El ministro dijo que la ley prevé, entre otros puntos, facilitar al Ejecutivo de «mayores dificultades» para reasignar partidas a las áreas críticas, eliminar afectaciones especificas y la consolidación de una cuenta unificada del tesoro para tener mayor disponibilidad.
También se revisarían «programas no esenciales» y se establecerían «incentivos tributarios» que permitan «adelantar recaudación».
Tampoco habrá nuevas contrataciones y se revisarán todos los contratos del Estado.
Si bien aclaró que «no se dará de baja» ningún contrato y que «no está previsto escalonar sueldos», la norma también permitiría hacerlo en caso de ser necesario.