Militantes destacan la necesidad de realizar «aportes feministas a la reglamentacin de la ley de Agricultura Familiar Campesina Indgena».
Las políticas agropecuarias transversalizadas por el género, con instancias de participación de las mujeres rurales, incidiendo en la reglamentación de la ley de Agricultura Familiar, e incluídas en los programas de cuidado y de promotoras territoriales, son algunos ejes de políticas públicas para el sector, reseñados por funcionarias.
«La mujer es la que garantiza la producción de alimentos sanos diversificados, ha tenido un rol importante en el sostén y multiplicación de las semillas nativas, criollas y de los montes que hacen parte del desarrollo local, para el mercado local», fue la primera definición que dio a Télam Deolinda Carrizo. Ella es una reconocida militante del Movimiento Campesino Indígena (Mocase) de Santiago del Estero, que ahora ocupa la dirección de Género e Igualdad de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena de Nación.
«En el mercado local se produce alimento y se comercializa. Significa mucho ante la disputa del modelo del agronegocio con el modelo sistemas productivos integrales que sostienen las familias, las mujeres que hacen parte de las familias de comunidades campesinas, indígenas y pescadoras artesanales», agregó.
Esa concepción de la tierra, esa integralidad es parte de su origen: es del pueblo originario Vilela.
Definió las políticas públicas como «tranversales» ya que «hay que ir colocando a los programas de la secretaría la perspectiva de género y feminista».
«También generar indicadores de equidad de género en las acciones que realizamos. Es importante porque muchas veces no está visibilizado cuántas mujeres están inscriptas o cuantas acceden a programas, créditos o subsidios, por eso es fundamental esa sistematización», añadió.
Otro eje de trabajo de Carrizo es realizar «aportes feministas a la reglamentación de la ley de Agricultura Familiar Campesina Indígena para que tenga un presupuesto propio y las mujeres también estén contempladas».
Por eso «mantuvimos reuniones con referentas de organizaciones a nivel nacional que han hecho propuestas y han escuchado».
En pandemia por coronavirus, las acciones son virtuales «entonces remiramos y pensamos cómo generar las instancias de formación y fortalecimiento organizativo en lo productivo, en salud, educación, derechos reproductivos y no reproductivos y la agenda de acción que hace a la lucha contra la violencia hacia las mujeres«, detalló.
Y consideró «un desafío» esta realidad de aislamiento «para generar instancias, para sostener y no dejar sin poder acceder a la familia a los recursos que necesiten en este momento para el desarrollo de la producción».
«Seguimos generando propuestas a partir de las inquietudes y necesidades de las mujeres, para lo cual articulamos con las dependencias de Agricultura y con otros ministerios, como el de la Mujer», contó Carrizo.
En esa articulación, se desarrolla desde el 6 octubre y hasta mañana, el seminario virtual Plurinacional de Mujeres Rurales, Campesinas e indígenas, con la voces de las protagonistas y representantes de organismos internacionales y nacionales.
Las mujeres rurales están incluidas también en acciones del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MGyD)
Del 6 al 15 de octubre se desarrolla el seminario virtual Plurinacional de Mujeres Rurales, Campesinas e indgenas.
«Estamos implementado talleres sobre igualdad y ruralidad en el marco del registro de promotoras y promotores territoriales, Tejiendo Matria, y dentro de la campaña Cuidar en Igualdad se esta organizando un encuesta específica que aborde los cuidados en la ruralidad», dijo a Télam Cora Santandrea, directora de Programas Transversales de Igualdad del Ministerio de MGyD.
«Nuestro objetivo es fortalecer y acompañar los procesos productivos y las autonomías económicas de las hermanas de los territorios, que son el sostén de sus comunidades y de la producción agroalimentaria del país», resaltó.
Además, valoró que se trata de «un rol activo, continuo, pero nunca fue mirado desde una perspectiva de género en profundidad«.
Carrizo y Santandrea coincidieron en nombrar las situaciones de violencia de género, tan visibles en pandemia, como un eje que trabajan en conjunto cuando se trata de mujeres viviendo en contextos rurales.
Ambas resaltaron «la multiplicidad de realidades de esta mujeres: pescadoras, asalariadas, precarizadas, artesanas, agricultoras, recolectoras, son múltiples», reseñó la representante del Ministerio de MGyD.
En tanto, Carrizo compartió que hizo planificaciones «para salir a los territorios, ir y estar, generar encuentros participativos presenciales y estamos esperando ese gran momento, cuando pase la pandemia, mientras lo hacemos de manera virtual».
«Tenemos que estar todas, las de la montaña, de la Puna, la Patagonia, de Misiones, de La Pampa, de los ríos y los mares», resumió la dirigenta.
Los aportes de las mujeres rurales son reconocidos por Naciones Unidas desde 2008, cuando decidió que cada 15 de octubre se conmemore su día.