Yez se contact, en su ltimo viaje a Misiones, con mujeres rurales de diferentes localidades de la provincia.
La primera Dama Fabiola Yáñez acompaña activamente el lanzamiento de la campaña global “Mujeres rurales, mujeres con derechos” impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO), a través de su rol en la Alianza de Cónyuges de Jefes de Estado y Representantes (ALMA).
Por Argentina también coorganiza el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, quién colabora junto al Ministerio de las Mujeres, Genero y Diversidad
La mencionada iniciativa que comienza hoy, se extenderá hasta el 08 de marzo del 2021, tendrá diferentes “hitos” en su desarrollo, que incluyen temáticas como: COVID-19, derechos y autonomía económica, sistemas alimentarios, vida libre de violencia, reducción de brechas.

Las mujeres rurales no han dejado de trabajar para responder a la demanda de alimentos en las ciudades y comunidades rurales.
Fabiola Yáñez se contactó, en su último viaje a Misiones, con mujeres rurales de diferentes localidades de la provincia. En un marco de multiplicidad de realidades, escuchó sus necesidades y compartió vivencias. De este modo reafirma su compromiso pleno en visibilizar el importante rol de la mujer en la sociedad y la defensa de sus derechos.
Esta campaña es impulsada por más de 25 organizaciones y tiene su eje en empoderar a las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes en este nuevo contexto de pandemia. Incluye a programas de Naciones Unidas, instituciones de gobierno, instancias de cooperación internacional, centros de investigación, organizaciones de la sociedad civil y entidades privadas de toda América Latina, que lanzaron hoy la quinta edición de la campaña #MujeresRurales, mujeres con derechos.
Son más de 60 millones de mujeres las que viven en zonas rurales de América Latina y el Caribe, una parte importante de ellas juega un rol central en la producción, abastecimiento y comercialización de alimentos durante la pandemia del COVID-19
Las mujeres rurales no han dejado de trabajar para responder a la demanda de alimentos en las ciudades y comunidades rurales, y también a la necesidad de alimentar a sus propias familias.
No obstante, muchas de ellas enfrentan serias limitaciones para acceder a recursos productivos, como la tierra, el agua, insumos agrícolas, financiamiento, seguros y capacitación, además de diversas barreras para colocar sus productos en los mercados.
Además, hay una gran cantidad de mujeres trabajan de manera informal, por lo que no cuentan con las redes de apoyo, como la protección social, que hoy se han vuelto una necesidad fundamental.
En América Latina y el Caribe, donde el hambre ha crecido a 47,7 millones de personas en 2019 –cifra que podría llegar a casi 67 millones para 2030, incluso sin considerar el impacto de la pandemia–, la quinta edición de “MujeresRurales, mujeres con derechos” busca difundir información y propuesta de soluciones para la situación de las mujeres rurales, con énfasis en su seguridad alimentaria y nutricional, en la reducción de la pobreza y en la eliminación de la violencia.
La sobrecarga de trabajo
Desde antes de la pandemia, las mujeres rurales enfrentaban una gigantesca sobrecarga de trabajo no remunerado, labores productivas, familiares y domésticas por las cuales no reciben pago alguno.
Los desafíos de la pandemia no han hecho más que complejizar esta situación, pues además de sus actividades productivas, las mujeres ahora deben dedicar parte de su tiempo a cuidar de niñas y niños que dejaron de ir a la escuela, y a atender a personas enfermas y de la tercera edad.
A esta situación crítica, se suman los recientes reportes sobre el aumento de la violencia de género, a raíz de las medidas de cuarentena y de aislamiento social que se han implementado por los países.
Una alianza de alto nivel para avanzar junto a las mujeres rurales
La campaña “MujeresRurales, mujeres con derechos” busca visibilizar a las mujeres como guardianas e impulsoras del desarrollo, en línea con el principio de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de no dejar a nadie atrás.
Asimismo, busca sumar esfuerzos y continuar avanzando en la implementación de políticas públicas y privadas coordinadas e intersectoriales que reconozcan y actúen sobre los desafíos que enfrentan las mujeres rurales, colocándolas al centro de las estrategias de desarrollo sostenible.