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El Partido Justicialista (PJ) rechazó los condicionamientos que procuro imponer el expresidente Mauricio Macri para sumarse a una mesa de diálogo con el Gobierno Nacional y subrayó que esas pretensiones son «una tomada de pelo para la historia».

Desde el partido Justicialista rechazaron las pautas que sugiri Macri para sentarse con el oficialismo a dialogar.

«Y ahora apareció el Diablo vendiendo Rosarios», sostuvo el PJ en un comunicado emitido bajo el título «Perdiendo la vergüenza».

Con la firma del presidente del Consejo Nacional del PJ José Luis Gioja, el escrito expresó que lo que dijo el exmandatario «es una tomada de pelo para la historia, la democracia y el sentido común de nuestros pueblos», y recordó que «su gobierno endeudó al país, a las provincias, a cada argentino, a los empresarios, a los comerciantes».

El documento enumeró que el gobierno de Macri «violó la Constitución, metió jueces por la ventana, presionó y condicionó la independencia del Poder Judicial», y sostuvo que «presionó y extorsionó a funcionarios judiciales, a la ex procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó, amenazó a su hija, obligándola a renunciar a su cargo».

«Su gobierno persiguió a opositores, espió hasta sus aliados, sus amigos, sus socios y su propia familia. Su hermano cuenta en un libro el horror que padeció por sus actos», agregó en referencia a la publicación «Hermano», de Santiago O’Donnell con el testimonio de Mariano Macri.

Refirió asimismo que el gobierno de Macri «ofendió, pisoteó y vulneró la República, intentó convertirla en una cáscara vacía» y que «llevó a la pobreza y la indigencia a millones de compatriotas, a más de la mitad de nuestros niños y niñas».

El PJ señaló que la convocatoria que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo el lunes pasado a través de una carta «está dirigida a discutir el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país».

La expresidenta dijo en esa carta que ese problema «es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina».

Macri expresó la voluntad de Juntos por el Cambio de sentarse en una «mesa pública de diálogo con otras fuerzas» en procura de «una agenda de desarrollo» y una apertura «inteligente» al mundo, pero condicionó esa posibilidad a poner «la Constitución Nacional sobre la mesa, dar de baja el embate a la Justicia, al procurador, a la Corte y a la propiedad privada».