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El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, ratificó hoy que “no está en duda” la intervención por 60 días a la cerealera Vicentin “mientras se discuten los términos de la expropiación”, y remarcó que “la exportación de granos es un área estratégica y que esté en manos argentinas es de absoluta importancia”.

“La producción agropecuaria es estratégica por el ingreso de divisas para resolver la restricción exterior: si no entran dólares hay que tomar deuda y eso llevó a una tremenda crisis a partir de las políticas de los últimos cuatro años”, remarcó Basterra en declaraciones a radio El Destape.

El ministro consideró relevante la necesidad de preservar una empresa que opera casi 10% del comercio exterior de granos, y alentó que “toda captura de valor en la economía no sea trasladado a sectores transnacionales”.

Insistió en la importancia de que Vicentin “quede en manos argentinas, ante el riesgo concreto de que la empresa se venda a precio de quiebra y la altísima chance de que la Argentina pierda una compañía de relevancia económica y simbólica”.

Basterra aseguró que la decisión del Gobierno “está libre de sospecha de ser no racional o arrebatada”, ya que se busca preservar las fuentes de trabajo dentro del capital nacional, mientras YPF “va a dar garantía de una gestión eficiente, como mostró en los hidrocarburos y la provisión de insumos agropecuarios”.

La soberanía alimentaria no es una idea abstracta, sino un concepto adoptado por casi 200 países en el marco de la FAO

El funcionario aclaró luego que “la soberanía alimentaria no es una idea abstracta, sino un concepto adoptado por casi 200 países en el marco de la FAO (Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

“Se trata del derecho de los pueblos a garantizar la alimentación de sus ciudadanos con las pautas culturales y las necesidades de salud de un derecho humano esencial”, sintetizó Basterra.

Resaltó en ese sentido que “tener un instrumento que pueda garantizar la provisión de alimentos de manera sostenida en cantidad y calidad, de acuerdo con la libre elección de sus ciudadanos, es un derecho que vamos a acompañar en cada una de nuestras decisiones”.

El ministro puso como ejemplo el caso del trigo, del que se producen 19,5 millones de toneladas y se destinan 7 millones al mercado interno.

Hoy, detalló Basterra, “a partir de un acuerdo consensuado con las empresas molineras y exportadoras se ha autoregulado la exportación, para garantizar la harina que se demanda para consumo interno, de aquí al enlace con la nueva cosecha, y los envíos al principal mercado, que es Brasil”.

Se trata del derecho de los pueblos a garantizar la alimentación de sus ciudadanos con las pautas culturales y las necesidades de salud de un derecho humano esencial

El funcionario dijo que ese acuerdo se adoptó al haberse adelantado las ventas al exterior de trigo, a partir de hipótesis, que no ocurrieron, de suba de retenciones hasta 25%, cuando en realidad quedaron en 12%.

No obstante, indicó que “nada le impide a las empresas seguir registrando exportaciones, con lo cual entraría en tensión el mercado interno y no estaría garantizada la provisión de harina”.

“Ahí es donde una empresa de esta naturaleza (Vicentin) puede ser parte de una estrategia de garantizar la soberanía alimentaria; es decir, que en la mesa de todos los argentinos no falte el pan a partir de un aprovisionamiento equilibrado al mercado interno”, explicó el titular de la cartera de Agricultura.