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Los clubes recurrieron a la ayuda de sus socios antiguos y al reclutamiento de nuevos.

Con el apoyo de los vecinos y una cuota de imaginacin, los clubes de barrio aprendieron a «gambetear» el vaco y las deudas que les provoc la pandemia de coronavirus y poco a poco vuelven a retomar sus actividades.

Comunicaciones y la ayuda del Estado

«La pandemia afect a todos y los clubes no fueron la excepcin», cont a Tlam Rodrigo Veiga, miembro del Comit Asesor Honorario del Club Comunicaciones.

Veiga indic que en el caso de su club, que se encuentra en el barrio porteo de Agronoma, al 5000 de la Avenida San Martin, recibieron el «apoyo y el empuje de nuestros socios que, en su inmensa mayora, siguieron abonando la cuota social».

«Ninguna actividad dej de entrenar durante la pandemia y se siguieron realizando a distancia ms de 20, por Zoom, por Meet o alguna otra plataforma», destac y dijo que esto permiti que no se pierda ninguna fuente de trabajo «ni de los profesores ni de los empleados y trabajadores del Club».

«Ninguna actividad dej de entrenar durante la pandemia y se siguieron realizando a distancia ms de 20, por Zoom, por Meet o alguna otra plataforma».

CLUB COMUNICACIONES

El Club San Telmo, uno de los que logró resistir el aislamiento.

El Club San Telmo, uno de los que logr resistir el aislamiento.

Adems, Veiga aclar que se fue volviendo «muy de a poco y siempre con las recomendaciones del Ministerio de Salud y cumpliendo los protocolos».

En cuanto a la posibilidad de cerrar el club, asever que «nunca se pens en eso por los impedimentos econmicos» porque «recibimos ayuda del Estado Nacional a travs del ATP y del programa Clubes en Obra; eso nos ayud mucho», remarc.

«Actualmente estamos en el proceso de vuelta de la mayora de las actividades, la respuesta de los socios es muy satisfactoria», concluy.

Juventud Unida o el verdadero Luna de Avellaneda

Iris Pardal, es presidenta del Club Juventud Unida de Llavallol, lugar donde se film Luna de Avellaneda, dirigida por Juan Jos Campanella.

«La cuarentena nos dej tecleando, no hay ningn club que no est endeudado», dijo a Tlam Pardal, porque «somos un club de 300 pibes con una cuota mensual de 150 pesos».

En este punto, cont que durante la cuarentena la mayora de los socios no pudo pagar la cuota pero «de a poquito empezamos a volver, con pocos nios; un da para patn, un da para bsquet y con los protocolos correspondientes» y as, detall, pudieron comenzar a pedir que paguen las cuotas adeudadas «como puedan».

Asimismo, dijo que durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, los profesores optaron por dar clases por zoom para poder ganar «algo de dinero» y que «los nios no pierdan el inters por el deporte».

Aunque- Parda- asever que la pandemia «no los da tanto», cont que tienen una deuda de agua debido a una prdida que no notaron a tiempo pero «por suerte, el resto de las cosas las pudimos ir pagado, cuando se nos acab la plata que haba de ahorros fuimos pagando nosotros para no generar deuda porque eso era un problema».

La pandemia impidiò los contactos presenciales y muchos encuentros sociales.

La pandemia impidi los contactos presenciales y muchos encuentros sociales.

«El club estuvo totalmente cerrado hasta agosto, fue un volver paulatino primero con patn y bsquet, con clases de 8 o 9 personas» pero en febrero se va a suman vley, zumba, pilates, rabe, taekwondo y la escuela de cine y fotografa, indic con alegra la presidenta del club .

«La tristeza de ver un club cerrado es inmensa, te dan ganas de llorar; y nosotros encima perdimos a nuestro socio fundador -Ral Duhalde de 102 aos- y fue un dolor muy grande despedirlo con las puertas del club cerradas», relat con tristeza y aadi: «Tuvimos que estar separados de la gente del club en muchas situaciones difciles donde no pudimos estar presente y fue muy triste «.

Las instituciones tambié contaron con la ayuda del Estado.

Las instituciones tambi contaron con la ayuda del Estado.

«La gente del Club Juventud Unida de Llavallol es, a veces, mucho ms familia que la propia familia», sentenci y concluy: «Una hora ms de club es una hora menos de un chico en la calle, en la computadora o en la play».

«Tuvimos que estar separados de la gente del club en muchas situaciones difciles donde no pudimos estar presente y fue muy triste «.

CLUB JUVENTUD UNIDA

Por otra parte, desde la comisin directiva del Club Atltico San Telmo, ubicado en el 1257 de la calle Bolvar, entre Avenida San Juan y Cochabamba, informaron que «gracias al trabajo de las autoridades del club, los empleados cobraron en tiempo y forma» y, si bien falta terminar de arreglar algunos impuestos, «el club no lleg a tener grandes deudas» .

«Cada vez volvemos un poco ms a ser lo ramos antes de la pandemia, con la gente y actividades, logrando recuperar gran parte de los socios e incorporando nuevos», destacaron.

En este punto, indicaron que los socios fueron pagando su cuota social durante la pandemia o la abonaron cuando regresaron «para estar al da».

Sobre si en algn momento pensaron en cerrar las puertas, aseguraron que «no se pens porque es, adems, un lugar donde los chicos pueden venir a realizar la actividad que desean y pueden tener un lugar donde poder disfrutar con amigos».

«Cada vez volvemos un poco ms a ser lo ramos antes de la pandemia, con la gente y actividades, logrando recuperar gran parte de los socios e incorporando nuevos».

CLUB SAN TELMO

En tanto, contaron que subsisten «por los socios, el ftbol profesional y las ayuda de la Asistencia al Trabajo y la Produccin (ATP)».

«El club se encuentra bien, retomando con sus actividades, tenemos una escuela de ftbol con y sin competencia, futsal femenino, handball femenino y masculino, hockey, patn artstico y zumba. Tambin contamos en la sede del club con boxeo, karate y taekwondo», detallaron sobre las actividades que se realizan el club a diario.