Cinco mil mujeres del Gran Chaco usan la tecnologa para enfrentar el cambio climtico
En estos días se lanza un programa trinacional entre la Argentina, Bolivia y Paraguay, que proveerá de tecnología y herramientas digitales para que unas cinco mil mujeres rurales pobladoras del Gran Chaco Americano enfrenten en mejores condiciones el cambio climático.
Con el auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Nanum, Mujeres Conectadas, busca fortalecer a las comunidades rurales que a través de la conectividad reducirán el aislamiento y mejorarán sus capacidades de adaptación y resiliencia frente a la severa crisis del clima que afecta al planeta.
«Con este programa que mejora el acceso a internet de las comunidades rurales apuntamos a conectar 28 localidades y 3800 familias de Chaco, Salta, Formosa, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán. En total, incluyendo Bolivia y Paraguay se trata de cinco mil conexiones familiares», dijo a Télam Fabiana Menna, responsable del programa por la Argentina.
El acento de la iniciativa es «promover» el rol de las mujeres como agentes de cambio en el acceso y la adopción de soluciones disruptivas mediante la conectividad rural y la innovación aplicada al desarrollo de organizaciones productivas”
Sin embargo, el acento de la iniciativa es «promover» el rol de las mujeres como agentes de cambio en el acceso y la adopción de soluciones disruptivas mediante la conectividad rural y la innovación aplicada al desarrollo de organizaciones productivas, según señalaron voceros del programa trinacional.
Menna detalló componentes de Nanum (palabra coreana que significa compartir y tomada tras la participación de Samsung en proyectos anteriores con pobladores del Gran Chaco): «Por un lado, lograr la conectividad; también reforzar las organizaciones de mujeres para la gestión de la conductividad y la innovación digital; y trabajar por la innovación para la adaptación al cambio climático: acceso al crédito, bancarización, billetera virtual, sistemas de alerta de emergencias climáticas, entre otros».
La entrevistada agregó que los plazos que se plantean desde las organizaciones y organismos participantes son tres años durante los que se buscará facilitar la interconexión para 40 comunidades actualmente aisladas a través de la conectividad domiciliaria y se impulsará la conformación de 40 empresas de mujeres que prestarán el servicio de internet a sus comunidades, y 1000 créditos serán otorgados más la utilización de novedosas soluciones de pago.
«Se ha evidenciado que el aislamiento en el que vive la población rural en la Región del Gran Chaco provoca que las organizaciones sociales tengan un bajo o inexistente acceso a la información, a recursos y mercado, la innovación no ha llegado hasta el territorio, lo que las vuelve más vulnerables al cambio climático y acota sus oportunidades de crecimiento y desarrollo», destacó por su parte Florencia Iacopetti, Coordinadora General del Proyecto.
Menna insistió además en el rol de las mujeres a las que, básicamente, está dirigido el programa: «La meta es que las organizaciones de mujeres administren la conectividad e incorporen herramientas digitales para la mejora de sus actividades económicas logrando así más y mejor adaptación al cambio climático».
¿De qué manera se aplican las nuevas tecnologías en la tarea de preparar a las poblaciones ante los embates de la naturaleza derivados del cambio climático? y ¿por qué son las mujeres las encargadas de encabezar este proceso? lo explica desde Tarija Inga Olmos, periodista ambientalista de esa ciudad de Bolivia.
El programa apunta a conectar 28 localidades y 3800 familias
«El tema principal es el conocimiento y, por otro lado, el sistema de alerta temprano. Se trata que las mujeres productoras accedan a las tecnologías, se capaciten para poder adecuarse a los nuevos factores climáticos, buscar tecnología resiliente pero no sólo como receptoras. Se vio que son las primeras en batallar contra sequías, inundaciones, inventan técnicas locales muy ingeniosas que dan resultados», apuntó la especialista.
Esas experiencias, esos «saberes locales», se comparten a través de las redes sociales y las comunidades, señaló, puede que tengan pérdidas frente a los fenómenos de la naturaleza pero lo que «no van a perder son sus vidas», sostuvo al destacar el rol del sistema de alerta temprana del Río Pilcomayo que, por ejemplo, llega a 50 mil personas entre los tres países.
«Este sistema trabaja con la tecnología y la conectividad. Toda la gente en el territorio tiene teléfono e internet, grupos de WhatsApp o Telegram que te advierte `llovió en la cuenca alta y en Bolivia el nivel del río llegó a los tres metros y eso significa que en dos días llega a la Argentina y que la gente tiene que desplazarse», detalló.
La elección de las beneficiarias se realizó a través de organizaciones de mujeres productoras, artesanas, ganadera agricultora, emprendedoras rurales en general que «ya vienen trabajando en el marco de la Red El Futuro está en el monte en las provincias mencionadas. Tienen ya un avance importante en sus organizaciones y desarrollo productivo y necesitan mejor conectividad y herramientas digitales para escalar sus cadenas y generar más y mejor trabajo», señaló por otra parte Menna.
El proyecto es ejecutado por la Fundación Avina en coordinación con Fundación Gran Chaco, ACDI y SolRural en Argentina; Fundación Nativa en Bolivia y el Grupo Sunú y Sombra de Árbol en Paraguay, prevé la creación de un Fondo de Innovación Abierta que promoverá el acceso y la adopción de soluciones que aceleren la reducción de la vulnerabilidad de las comunidades chaqueñas frente al cambio climático y a los efectos pospandemia.
Está previsto brindar apoyo financiero a iniciativas innovadoras basadas en tecnologías digitales que acorten la brecha digital y apoyen procesos productivos locales para lograr economías adaptadas mientras se espera que en las próximas tres décadas, el cambio climático impacte al Gran Chaco.
Para más información: cuentas en Instagram de MujeresNamun, en Facebook, Namun Mujeres Conectadas y Twitter GranChacoProadapt