El diputado nacional Darío Martínez, quien asumirá al frente de la Secretaría de Energía en reemplazo de Sergio Lanziani, es el hombre que se disponía a ponerse al frente de la discusión que el Gobierno se apresta a dar en el Congreso sobre la nueva Ley de Hidrocarburos y el necesario impulso de producción e inversiones a la formación de Vaca Muerta.
Hasta hoy presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, ese rol le permitió al legislador del Frente de Todos estar al tanto de las políticas que el presidente Alberto Fernández y el ministro de Desarrollo, Matías Kulfas, tenían previstas para el sector energético y que ahora le tocará implementar bajo la órbita del Ministerio de Economía.
Sus allegados destacan que Martínez, por su vida y militancia neuquina, conoce de primera mano Vaca Muerta, sus empresas, sus trabajadores y las problemáticas que deberá superar para convertirse en el gran factor de desarrollo de la Argentina.
Nacido en la localidad rionegrina de Ingeniero Huergo, de 45 años y con estudios como Contador Público -aunque no recibido- en la Universidad Nacional del Comahue, acompañó al ex Intendente de Cutral Có Ramón Rioseco, como candidato a vicegobernador en 2019 por el Frente de Todos.
Previamente, fue concejal de la capital provincial por el Justicialismo en el período 2005-2013, candidato a intendente en el año 2011 y electo legislador nacional en 2016, cargo que ocupó durante todo el gobierno de Mauricio Macri.
Se lo define en su entorno como un dirigente con buenos lazos con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Martínez, como legislador, tuvo una activa participación judicial en la denuncia contra el ex presidente Mauricio Macri en la causa denominada Panamá Papers, relacionada con la presunta creación de empresas offshore para lavar dinero o evadir impuestos por parte de empresarios y funcionarios de distintos países del mundo.
En la provincia patagónica, a Martìnez se lo define como un seguidor de Cristina Fernández y ahora también del Presidente que «sueña con gobernar Neuquén», vocación que sus compañeros partidarios de la provincia no niegan, aunque remarcan que falta mucho tiempo para la puja electoral de 2023.
La interna partidaria neuquina lo llevó a tener que declinar esa aspiración en las últimas elecciones en favor de Ramón Rioseco, quien finalmente fue superado por el reelecto gobernador, Omar Gutiérrez.
Buena relación con provincias productoras de hidrocarburos
También aseguran sus allegados que el actual presidente del Partido Justicialista de la provincia, tiene buena llegada con los gobernadores de las provincias, con quienes deberá entablar un largo diálogo para redefinir el futuro productivo del sector.
En un documento recientemente difundido, Martínez señaló que «el nuevo Esquema de Gas para promover la inversión y la producción del sector será «un primer paso» a ser complementado con la Ley de Hidrocarburos que impulsa el Gobierno nacional.
Habló de la importancia que tiene la cuenca neuquina «como principal productora y proveedora, para generar, sin dudas, el movimiento de la economía regional, y el fortalecimiento de las finanzas provinciales por mayor recaudación de regalías e impuestos».
Meses antes, Martínez manifestó estar en sintonía con la instrumentación de un precio sostén con el barril de crudo, que finalmente implementó el gobierno, de esta manera de «garantizar el desarrollo de la actividad hidrocarburífera y separar el precio de los combustibles de su valor internacional», explicaba.
En aquel entonces aseguraba que «la parálisis que tiene Vaca Muerta es por la improvisación que tuvo la gestión anterior en materia energética: se pasó de la política liberal a intervenir fuertemente y generó mucha desconfianza».
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