Argentina y Francia disputan la semifinal del Mundial de futsal de Uzbekistán 2024. Se trata de un partido muy tenso, que se vive como un clásico moderno, y que se empezó a vivir con ese clima desde el arranque, en el sorteo de los capitanes.
Pablo Taborda fue por el lado de los albicelestes y su gesto lo decía todo: no había buena onda con Kevin Ramírez, el que llevaba la cinta para los galos.
Vale recordar un episodio que sirve de contexto. Francia disputa su primer mundial en la disciplina pero su buena actuación quedó opacada por una actitud antideportiva: fue denunciada por dejarse perder un partido contra Irán en la fase de grupos para evitar un cruce más complicado en los octavos de final. La presentación formal la hizo Libia, que se vio perjudicada y quedó eliminada.
En ese contexto llegó el duelo «de caballeros» entre Taborda y Ramírez, con los árbitros como testigos. «Blue, blue, blue», dijeron ambos, pero fue el francés quien primereó al argentino a la hora de elegir color.
«Les vamos a ganar igual», se lo escucha decir a Taborda, que no se sacó su gesto serio del rostro en ningún momento hasta el pitazo inicial. Y ahí arrancó un partido vibrante, áspero y muy peleado.
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