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Madres solteras debieron enfrentar el aislamiento que impuso la pandemia de coronavirus » haciéndose cargo de la economía y afrontando el estallido emocional que produjo el reinado del coronavirus» y muchas de ellas «se aislaron en hoteles con sus hijos o se internaron con ellos», indicó una Fundación dedicada a la asistencia alimenticia de familias de bajos recursos.

Fundamind destac que estas madres son mujeres que se dedican, en general, a trabajos informales.

«Algunas se infectaron por Covid-19 estuvieron aisladas en hoteles o en sus domicilios con sus hijos, otras fueron internadas con ellos para transitar la enfermedad y hubo quienes debieron internarse solas ante el elevado grado de los síntomas que las afectaron», dijo Marisa Mujica coordinadora de Fundamind.

Esta fundación entregó 7400 bolsones equivalentes a 130 toneladas de alimentos a más de 300 familias. Alrededor de 150 son monoparentales, sostenidos «casi exclusivamente por la madre» detalló Fundamind en un comunicado.

«La mayoría se infectaron por salir a trabajar sin tener las condiciones de asepsia aseguradas o por no poder sostener permanentemente los cuidados”, destacó Díaz.

Fundamind destacó que estas madres son mujeres que se dedican, en general, a trabajos informales como venta ambulante, limpieza en casas, peluquería a domicilio o confección textil por su cuenta. Otras son enfermeras, mucamas en hoteles o meseras.

La coordinadora destacó, además, que «las mamás que se desempeñan en salud temieron infectarse y transmitirlo a sus hijos. Pero decidieron cumplir con su trabajo esencial, superaron el miedo y enfrentaron las circunstancias humanas más dolorosas. Las que trabajan en la venta ambulante fueron detenidas, permaneciendo ocho horas por averiguación de antecedentes».

Y agregó que mejor posicionadas «están las que pudieron conservar el servicio de internet y arremetieron con las ventas on-line obteniendo algunos ingresos. Otras madres se les abrieron nuevas puertas en hospitales que las contrataron para limpieza los fines de semana y feriados».

Para la Fundación a todas estas circunstancias «se les sumaron las tareas domésticas» y destacó que en todos los casos «las madres debieron recurrir a la ayuda de familiares y amigos, para poder hacer frente a los múltiples desafíos y responsabilidades».

Fundamind refirió que en la comuna 3 de la Ciudad de Buenos Aires, «es una de las que porta índices más altos de déficit habitacional en la Ciudad y en lo que va de la pandemia, muchas madres solas sufrieron el hostigamiento de los propietarios de la pieza o del pequeño departamento donde viven».

Y añadió que a algunas «les cortaron luz y agua. A otras les robaron el televisor, la computadora o la tablet que tenían para hacer la tarea con los chicos».

“Las que no pudieron pagar el alquiler y siguen viviendo sin pagar, agradecen a la ley y la buena voluntad -que no sabe hasta cuándo va a durar- del dueño de la casa. Las que no pagan y son acosadas por los propietarios, se mantienen firmes en la vivienda porque no se van a ir a la calle con los chicos”, destacó Mujica.