El 45% de las donaciones son de manera voluntaria y altruista y el resto se concreta a modo de reposicin.
La pandemia de coronavirus «dejó al descubierto la falta de cultura de donación voluntaria de sangre en el país», según afirmaron especialistas en hemoterapia basados en datos del Ministerio de Salud, según los cuales sólo el 45% de las donaciones son de manera voluntaria y altruista y el resto se concreta a modo de reposición,
“Hay una falta de cultura de la donación voluntaria, altruista y habitual, es decir aquella por la cual el donante acude a donar dos o tres veces al año sin condicionamientos”, admitió María Susana Pisarello, a cargo de la Dirección de Sangre y Medicina Transfusional (DiSaMeT), del Ministerio de Salud de la Nación.
La funcionaria destacó que «es una cuestión en la que se viene trabajando fuertemente desde la creación del Plan Nacional de Sangre, en 2002, cuando el porcentaje de donación voluntaria, altruista y habitual era de tan solo un 3%”.
Y agregó que hoy, la media de Argentina «es de un 40% de donación voluntaria. Creció, aunque nos falta muchísimo”.
Oscar Walter Torres, presidente de la Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular (AAHITC), hizo hincapié en que la actual pandemia dejó al descubierto esta problemática de larga data.
“Al no haber una cultura de la donación voluntaria, altruista y habitual, lamentablemente seguimos teniendo déficit en la disponibilidad de componentes. Y, si además surge una situación externa como es esta pandemia, se hace evidente la falta de educación de la población sobre la importancia de la habitualidad de donar sangre en forma voluntaria”, evaluó el especialista.
Para Pisarello la pandemia de Covid-19 representa una gran oportunidad para resaltar «la importancia de la donación de sangre, gracias a la visualización que ha tenido la donación de plasma de pacientes recuperados»
“Desde la Dirección lo tomamos como una oportunidad, pensando en la pospandemia, para la concientización y fidelización de la comunidad civil, advirtiendo que es igual de importante que donar sangre”, explicó.
Precisó que se busca retomar estrategias con el Ministerio de Educación, “porque es muy importante que los niños, desde pequeños, vayan incorporando el saber que tienen que donar, el que tienen la oportunidad de ser generosos y contribuir a la sociedad y a una comunidad padeciente o enferma, donando sangre”.
Por su parte, Luis Horacio Carrizo, director médico del Banco de Sangre de la Fundación Banco Central de Sangre de la provincia de Córdoba, donde a partir de mediados de julio hubo una fuerte caída de donantes de sangre -que llegó casi al 70%- a causa de la pandemia, coincidió con Pisarello en la importancia de trabajar en la educación sobre esta temática desde temprana edad.
Analizó que el problema es de índole cultural: “Por más que se realicen campañas masivas de difusión, no hay cultura de la donación de sangre. Este es un problema social y cultural”, enfatizó.
Entre los principales obstáculos vinculados con esta falencia cultural, Carrizo mencionó que muchas personas aún desconocen que pueden donar sangre voluntariamente.